Admirable Maria João Pires

Antón de Santiago

CULTURA

EDUARDO PEREZ

El concierto de la Orquesta Sinfónica de Galicia ofrecía doble aliciente, la presentación del proyecto Partitura y la presencia de su impulsora, la pianista lisboeta

01 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El concierto de la OSG ofrecía doble aliciente: la presentación del proyecto Partitura y la presencia de su impulsora, la pianista lisboeta Maria João Pires. Hay que saludar al colectivo de artistas que encabeza por su solidaridad. Dos músicos en el programa de arraigado humanismo: Ludwig van Beethoven (1770-1827) y Frédéric Chopin (1810-1849). Paralelismo obvio entre ellos, con 40 años de diferencia, es la procura de notoriedad a través de sus virtudes como pianistas y la creación de las obras necesarias. Y como destino, Viena. Ludwig abrió el camino al romanticismo con sus sonatas y sus sinfonías y Frédéric lo llevó a la intimidad del piano.

Trevor Pinnock, previsto director, no pudo comparecer por problemas de salud; se hizo cargo de la batuta el concertino de la OSG, Massino Spadano, con experiencia como director y excelente músico.

Primera obra en atril, la obertura del ballet Las criaturas de Prometeo. Beethoven, a sus 30 años, sintonizaba con la idea rebelde y benefactora del mítico Prometeo. Spadano resolvió con precisión y brío, bien secundado por sus compañeros.

El concierto en mi menor de Chopin es nítido y melódicamente envolvente. Tocó el joven pianista francés Julien Brocal, descubierto por Pires. Fue muy aplaudido.

El concierto en fa menor es más profundo. Los que juzgaron a Chopin en París afirmaban que aquél era más difícil técnicamente y este interpretativamente más complejo. Consideraban a Chopin el Paganini del piano, si bien con el tiempo le quedó el Bellini del piano, por ser más afín su inspiración a la del autor de Norma, aunque los cordiales abbellimenti que adornan sus temas lo acercarían al belcantismo tardío. Prodigiosa su invención melódica, plena de lirismo y sensualidad, subyugante en manos de un intérprete de la inteligencia, la sensibilidad y el sentido humanístico de Pires. Spadano (se le ovacionó el esfuerzo) y la OSG y solistas contribuyeron a la emoción y a la belleza. Pires, aclamada, regaló el Vals en do sostenido menor.

«Las criaturas de Prometeo. Obertura», de Beethoven. Los conciertos para piano y orquesta números 1 y 2 de Chopin. Orquesta Sinfónica de Galicia J. Brocal y M. J. Pires, piano Massimo Spadano, director Palacio de la Ópera de A Coruña 28 y 29 de octubre del 2016