Tres británicos y dos estadounidenses con una sólida trayectoria compiten este año por el premio a mejor actor de reparto
22 feb 2016 . Actualizado a las 16:10 h.Los Oscars 2016 otorgarán su estatuilla a mejor actor de reparto a un veterano, dueño de una trayectoria consistente. Es el punto en el que convergen esta edición todos los nominados de esta categoría. Como siempre, ya hay un favorito: Sylvester Stallone. Repasamos sus trabajos:
El drama de las hipotecas basura
Christian Bale aspira por su papel en La gran apuesta a su segundo Oscar después del que se llevó como mejor actor de reparto por The Fighter (2010). La película de Adam McKay cuenta, con tintes de humor, la historia de cómo explotó la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos al inicio de la crisis financiera. Bale encarna a un agente del sector que se da cuenta de lo que va a ocurrir, un papel que le ha valido también nominaciones -se quedó sin ellos- a los Globos de Oro y los Bafta. Sí se llevó el de los críticos a mejor actor en una comedia. Nacido en Gales y de 42 años, Bale se consolidó entre el gran público por su papel de Batman, pero lleva toda la vida en el negocio del cine. Debutó con solo 13 años nada menos que en El imperio del Sol de Steven Spielberg, en el papel de un niño que debe sobrevivir en un campo de prisioneros japonés. Despuñes rodó Mujercitas (1994), Retrato de una dama (1996) y saltó definitivamente a la fama con American Psycho (2000).
Otro duro superviviente
Ser malo puede dar buenos réditos en el cine. Este parece ser el caso de Tom Hardy, que participa en dos de las nominadas a mejor película en los Oscar, Mad Max: Fury Road y El renacido. El reconomiento le llega por esta última, en la que el actor se pone en la piel del antagonista. Hardy, británico de 38 años, ha sido comparado por la crítica con Marlon Brando por su capacidad de transformación y bastan para probarlo las dos películas de este año, en las que pasa del antihéroe del desierto al duro cazador del siglo XIX. Fue también un malo el que le abrió las puertas de Hollywood: su interpretación del delincuente Michael Gordon Peterson en Bronson (2009). Luego vinieron sus papeles en Origen (2010), de Christopher Nolan, y El caballero oscuro (2012), del mismo director, donde también era un villano. Hardy debutó en el cine dando vida a un soldado en Black Hawk derribado (Ridley Scott, 2001) y tuvo que superar una grave adicción al crack que estuvo a punto de acabar con su carrera.
El periodista apasionado
Su personaje de Mike Rezendes en Spotlight, la cinta sobre el equipo de periodismo de investigación del Boston Globe, le valió a Mark Ruffalo (Wisconsin, 1967) su tercera nominación al Oscar. El papel del apasionado Rezendes cautiva y para Ruffalo fue también en lo personal la oportunidad de volver a llamar la atención sobre los abusos a niños por parte de sacerdotes de la Iglesia católica. El reconocimiento le llegó a este actor gracias a Puedes contar conmigo, de Kenneth Lonergan. A partir de ahí, su carrera despegó con producciones variadas como Mi vida sin mí (2003) de Isabel Coixet, Collateral (2004) de Michael Mann o Los chicos están bien (2010), junto a Annette Bening y Julianne Moore y por la que tuvo su primera nominación al Oscar, seguida de su papel en Foxcatcher (2014). Su personaje de Hulk en la saga de Los vengadores desde el 2012 le dio fama internacional y la posibilidad, como subraya, de hacer los proyectos que él quiere. En el 2002 le diagnosticaron un tumor cerebral benigno del que pudo recuperarse pero que le provocó una parálisis facial que pensó acabaría con su trayectoria.
El imperturbable espía soviético
Mark Rylance interpreta a un agente de inteligencia soviético, capaz de mantener la calma incluso en los momentos más comprometidos, en El puente de los espías. Por este papel, la Academia decidió que se merecía figurar en la lista de nominados y optar a la estatuilla dorada. Rylance está considerado uno de los mejores intérpretes de teatro de su generación -también es dramaturgo-, pero es menos conocido que el resto de candidatos a nivel masivo. Tiene a su favor el haberse llevado ya el Bafta británico. Fue el primer director artístico del Shakespeare's Globe de Londres, de 1995 al 2005. Entre sus apariciones en cine se destacan Prospero's Books (1991), Ángeles e insectos (1995), Intimidad (2001) y Days and Nights (2014).
Stallone golpea de nuevo
El protagonista de las sagas de Rocky y Rambo es sin duda el favorito de las quinielas este año. Objeto de críticas por su interpretación en muchas de sus actuaciones estelares del pasado, que sin embargo forman parte ya de la cultura popular estadounidense, parece que ha logrado por fin redimirse ante la crítica con su papel en Creed, que al fin y al cabo es una vuelta de tuerca a su franquicia Rocky, pero dirigida esta vez por el cineasta independiente Ryan Coogler y protagonizada por Michael B. Jordan. En esta entrega, Stallone le da al personaje de Rocky Balboa una profundidad sentimental que le ha granjeado su tercera nominación al Oscar, un premio que hasta ahora se le ha escapado. Y ya se ha llevado el Globo de Oro de este año. A sus 69 años, la estatuilla significaría también la coronación de la carrera del también protagonista de Los mercenarios, El protector (2002), o Cliffhanger (1993). O un nuevo impulso, con Stallone nunca se sabe.