Sylvester Stallone: «Luchar contra la vida es una pelea muy dura incluso para Rocky»

María Estévez

FUGAS

CEDIDA

La séptima entrega de Rocky cumple con éxito su cometido, reviviendo a un personaje que ya es un icono del cine

14 feb 2016 . Actualizado a las 21:04 h.

La historia cuenta cómo el hijo del boxeador Apollo Creed, Adonis (interpretado por Michael B. Jordan), trata de escapar de la sombra de su padre y se refugia en Rocky Balboa. El boxeo vuelve a ser el pretendido protagonista de una película que en realidad es una metáfora sobre la vida. El veterano actor Sylvester Stallone regresa como Balboa en una de sus mejores interpretaciones. 

¿Esperaba ganar en los Globos de Oro? Ahora ya va camino al Oscar.

No esperaba ganar el Globo y ahora tampoco espero ganar el Oscar. El mero hecho de que la gente me aplauda me hace llorar. En la vida no todo está acabado hasta que realmente termina la vida. Con Rocky siento que mi carrera revive, que no hay que dejar de intentarlo. El mensaje de esta cinta es muy positivo para el público y para mí. Hay que pelear por conseguir oportunidades. Morir es fácil, vivir es muy difícil.

Usted daba por terminada su relación con Rocky, cuando ahora vuelve a interpretarlo.

Sí, soy el primer sorprendido. Cuando hicimos la sexta entrega en el 2006, con Milo Ventimiglia, me quedé contento del resultado. No tenía intención de revivir al personaje. El director de Creed, Ryan Coogler, estuvo dos años insistiendo, tratando de convencerme. Pero yo estaba muy agradecido con el último capítulo de Rocky y me parecía que el personaje había concluido para el público. Su adiós fue mi manera de dar las gracias a la audiencia. Cuando este tipo aparece en mi casa seis años después diciéndome que por qué no indagábamos en su historia, lo único que podía era replicarle: «No, no, y no». Ja, ja. 

¿Pero usted accedió a escucharle? 

Sí, simplemente porque me lo había pedido mi agente de manera insistente. No te creas, le despaché en unos minutos. Tampoco estaba yo muy convencido de mostrar a Rocky avejentado, batallando con problemas de salud. Me desconcertó el guión porque muestra a un Rocky fuera del ring, peleando contra un adversario a quien no puede ganar. Es una pelea contra el mayor oponente que existe: la vida. Por eso le dije que se fuera a su casa. 

¿Cuándo le convenció?

Él seguía llamando, pero decidió hacer otra película, Fruitvale Station, que fue un éxito. Cuando terminó volvió a buscarme con todos esos premios que había ganado. Su ímpetu y su tenacidad me convencieron de que estaba hecho para este trabajo. 

¿Le ayudó el filme a superar la muerte de su propio hijo? 

Para ser honesto, te ayuda cualquier momento en el que puedas ventilar tus emociones internas. Para mí lo más importante era respetar su memoria y eso fue lo que hicimos. Rodar esta película fue bueno para mí.

Sus hijas le acompañaron a los Globos de Oro. ¿Van siempre con usted a sus eventos?

 Mis hijas no tienen ni idea de quién soy, y lo entiendo. Siempre fui un actor ambulante, en la carretera, que se perdió muchos momentos de la infancia de sus hijos. Cuando me di cuenta que la familia lo era todo y el único premio importante, decidí detenerme. En tu lecho de muerte se te juzga por cómo has educado a tus hijos. El cine es maravilloso, pero no puede compararse a la película de la vida.