Gustavo Dudamel, tras su encuentro con los escolares de la orquesta ReSuena: «Lo más importante es divertirse»

A CORUÑA

Rodri García

El músico venezolano ha estado con los jovencísimos intérpretes de un proyecto social que financia Abanca y en el que se forman casi 200 estudiantes desde los cinco años

06 jul 2017 . Actualizado a las 22:27 h.

Muchos de ellos son músicos del tamaño de un violín. Forman la orquesta ReSuena, un proyecto de integración social puesto en marcha hace tres años por Abanca, que facilita instrumentos y material, en colaboración con la Orquesta Sinfónica de Galicia. Esta mañana recibieron en el colegio Alborada, uno de sus lugares de ensayo junto con el centro cívico de Monte Alto, al director venezolano Gustavo Dudamel.

Era como una fiesta a la que sumó Diego Zecharies, contrabajo principal de la OSG y quien dirige esta orquesta: «Dudamel está llegando seis minutos tarde al ensayo. Uhhhh». Pero a los pocos minutos estaban tocando Chamambo, una composición de Manuel Arlés para recibir al músico que dirigió el último Concierto de Año Nuevo en Viena. Dudamel les preguntó si les gustaba esa pieza, les contó que él también la tocaba cuando tenía su edad y se formaba en una orquesta similar, aunque con algunos cambios.

El director venezolano, que esta tarde ensayará en la plaza del Obradoiro la Novena Sinfonía de Beethoven, con la Sinfonica de Galicia, preguntó por el intérprete más joven. Varias voces fueron apuntando: ocho años, otro de seis. «Noa tiene cinco», señalaba Zacharies.

Ante la petición de que les comentara algo sobre la formación, Dudamel les dijo: «Lo más importante es divertirse», animándolos a disfrutar con lo que hacen. Luego se puso la camiseta de Abanca, igual a la que llevaban todos los intérpretes, y dirigió la pieza que habían interpretado. Al acabar, les indicó que era muy importante creer en lo que uno hace y les preguntó que más podían tocar; la mayoría aludió al Himno a la alegría. Y sonó, con el coro Voces Blancas, dirigido por Lorena Carballido, cantando con sus manos blancas. Este es un coro cuyos integrantes son sordomudos y que, según apuntaba su directora, fue hace cinco años el embrión del proyecto Resuena.

El encuentro, al que asistieron directivos de Abanca y de la Sinfónica de Galicia, concluyó con la entrega a Dudamel, por parte de algunos de los jóvenes intérpretes, de un dibujo suyo y otros objetos, además de hacerse un buen numero de fotografías con un director de música clásica que, según comentaba alguna madre, «parece una estrella del rock».