«Desde ahora intentaré asomar la cabeza al mundo»

A CORUÑA

CESAR QUIAN

Retratos y paisajes forman la muestra que abre hoy en Kiosco Alfonso y que va a suponer «un punto de inflexión»

11 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Retratos de personas, de animales, de paisajes urbanos, bodegones, o gente de la calle con duras historias. Son los protagonistas de los cuadros de la exposición que Jano Muñoz inaugura hoy, a las 20.00 horas, en el Kiosco Alfonso. Nada más entrar, el espectador encontrará la figura de un niño con una pregunta: ¿Me veis?. Es el título de la obra. «Este es un niño que yo conozco pero figura como anónimo; es una obra sobre la adopción. Por la vía ordinaria esos niños no pueden ser adoptados, se van quedando a no ser que una familia ataje y vaya por la vía del pasaje verde que acoge a niños con problemas». El siguiente cuadro es el retrato del exalcalde Javier Losada: «Estoy muy orgulloso y muy satisfecho de esta obra», dice el pintor.

-El Kiosco Alfonso ¿es la meca de los artistas coruñeses?

-Este es un templo de la ciudad. Cuando empiezas siempre miras aquí pensando: algún día yo expondré ahí. Y cuando te ofrecen esta sala siempre es un orgullo. Es como una de las metas: exponer en el Kiosco Alfonso.

-¿Se ha convertido usted en el retratista de la ciudad?

-Bueno, aquí sí que hay mucho retrato. Falta un cuadro que no viene y es el del Ministerio de Justicia, el de Francisco Caamaño; por un problema burocrático no lo conseguimos. Se ha hecho una selección y no siempre porque este cuadro me gusta más o menos, a veces es solo porque funciona mejor con este otro.

-¿Es su primera gran exposición en la ciudad?

-De esta envergadura o similar no había hecho ninguna. Hice una parecida en Vigo, pero hace diez años o más.

-Con sus obras, ¿vuelve la pintura pura al Kiosco?

-Soy pintor y lo que hago es pintura. No soy multidisciplinar... Trabajo con óleo, algo que vamos a llamarle romántico...

-¿El óleo es romántico?

-Ser clásico hoy en día es ser romántico. Trabajar con óleo es ya lo más. Y como parte de los colores los elaboró yo eso ya es suicida, o casi. Siempre mantuve un camino que es este, del que estoy orgulloso. Me ha costado un esfuerzo increíble conseguir el lugar técnico en el que estoy.

-¿De qué es ese esfuerzo?

-De estudios, de trabajo. Es extraordinario, pero luego los resultados también lo son. De hecho con 45 años es extraordinario entrar en el Kiosco.

-¿A qué pintores mira?

-Empecé mirando unos pintores que no tienen nada que ver con los que miro ahora, que tiro mucho hacia los clásicos, hacia Spagnoletto, hacia Zurbarán... Son los que te aportan, que si sabes leer los cuadros son una fuente de documentación y aprendizaje infinita. Otros más contemporáneos como podría ser Sorolla con sus luces. Cada uno tiene sus cositas. Si te vas a los rojos a lo mejor te vas al Greco...

-¿Los mira en función de sus colores dominantes?

-O de las luces. Los tengo muy presentes y los utilizo. Las luces que da El Greco, con unos blancos, con un pigmento concreto y lo conseguí leer y lo utilizo.

-¿Y tras esta exposición?

-Esto es un punto de inflexión, soy consciente de ello. Es el momento de cambiar de página. En el mundo del arte en que nos movemos con 45 años parece que ya tienes una madurez que casi estás terminando; sin embargo, con la pintura que hago, 45 años es el momento de arrancar en otras plazas más importantes. Es imposible antes de mi edad tener un mínimo como para poder salir... Pero a partir de ahí intentaré asomar la cabeza al mundo.