Un total de 130 personas dicen ser los dueños de la primitiva perdida

alberto mahía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Tras 15 meses de búsqueda, tres de los reclamantes denunciaron por estafa

14 dic 2014 . Actualizado a las 11:00 h.

Ha pasado ya más de un año desde que comenzaron las indagaciones para poner cara a la persona que se dejó olvidada en junio del 2012 una primitiva premiada con nada menos que 4,7 millones de euros en la administración de lotería de San Agustín y estamos casi como en el primer día. No aparece. Ni el Ayuntamiento, que es a quien se encomendó la búsqueda, ni Loterías y Apuestas del Estado, sueltan prenda de cómo van las pesquisas. Solo una certeza, que por el palacio de María Pita han pasado desde septiembre del 2013 un total de 130 personas diciendo que el boleto es suyo.

Todos, sin excepción, apostarían hasta un pie a que el boleto les pertenece. Todos dicen que sellaron el billete en la administración de lotería del Carrefour, en Alfonso Molina, el 30 de junio del 2012 o en días anteriores. Y que luego lo dejaron olvidado en el despacho de la plaza de San Agustín; si bien alguno sitúa la pérdida en otro lugar.

«Pareció una locura», dicen fuentes municipales, que confiesan que por ahí ha pasado «de todo». Han visto a personas completamente convencidas y hasta exigiendo el pronto pago del dinero y a gente que «viene por si cuela». Pese a ser tantos, sus historias son muy parecidas. Y así están las cosas. Con la certeza de ser los legítimos propietarios de la primitiva se presentaron en el Ayuntamiento coruñés -la ley de loterías pone en manos de la Administración local la búsqueda de los boletos premiados- esas 130 personas desde el pasado 13 de septiembre del 2013, que fue cuando se publicó el en BOE el extravío del billete premiado.

En 15 meses ha pasado de todo. Hay quien ha llegado a denunciar al delegado de Loterías en A Coruña, sin que la denuncia fuese a más, pero obligó a este a convocar una rueda de prensa en la que descartó que ese aspirante, que llevaba un año reclamando el premio, fuera el dueño del boleto. Otras dos personas también acudieron a los tribunales poniendo el foco sobre el responsable de Loterías. Uno de ellos, Antonio García, llega más lejos. Denuncia que desde que reclamó el premio ha recibido amenazas de muerte. Y los tres, por separado, acudieron a La Voz para denunciar ser víctimas de un complot para que no cobren el premio. El asunto lo lleva un juzgado sin que por el momento haya habido avances.

El hecho de que la Primitiva fuese encontrada en la administración del hermano del delegado de Loterías y que la pérdida se haya llevado en secreto durante un año y que si salió a la luz fue porque La Voz de Galicia lo contó, ha invitado a varios a pensar que puede haber gato encerrado. Pero nadie ha podido demostrar absolutamente nada, aparte de que el organismo estatal de Loterías y Apuestas del Estado tramitó la pérdida como marca la Ley y el billete fue depositado en una caja fuerte de esa entidad una vez que la policía tomó las huellas y tomó nota de las condiciones en las que se halló el boleto. Ahí sigue el papel a la espera de que el Ayuntamiento coruñés remita los expedientes de todos los que han reclamado su propiedad.

El plazo para reclamar el premio concluye el próximo 13 de septiembre del 2015. A partir de ese día, nadie más podrá decir que el boleto es suyo y serán Loterías y Apuestas del Estado, la Justicia y la Policía los que pongan nombre al millonario, si es que está entre los 130 que reclamaron.

Premio asegurado

Quien sí tiene asegurado «un premio» es el lotero que encontró el boleto en su administración. Por su honroso gesto y, sobre todo, porque lo obliga la ley, el lotero coruñés se llevará el 5 %. Esto es, 235.000 euros. Eso lo tiene asegurado aunque aparezca el propietario del billete que, por lógica, no podrá cobrar el premio en su totalidad, pues habrá que restar la cantidad que se lleva el que lo halló.

La ley del Código Civil que continúa vigente desde 1886, esa misma que obliga a Loterías a encomendar al alcalde de la ciudad la búsqueda del despistado millonario, es la que dicta este otro premio a la honradez.

Desde Loterías se insinuó que el boleto tiene un detalle que solo su legítimo propietario puede conocer. El problema es que cada uno que fue al Ayuntamiento durante estos últimos 15 meses aparece con un detalle distinto. Pero ni Loterías ni el Ayuntamiento dan una pista acerca de cómo va la investigación. Saben que el no poder dar un solo dato de cómo fue hallado el boleto, si tiene marcas, firmas o está en blanco, multiplicó los «sospechosos».