Los agraciados recibirán una pequeña cantidad del premio, ya que se trata de un grupo de amigos asiduos al bar Casa Adolfo
15 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Y la fortuna llegó a Carral. Concretamente al núcleo de Sergude, recientemente de actualidad por la apertura del albergue de peregrinos. Fue precisamente a escasos cuatrocientos metros de allí donde se cubrió el boleto premiado el pasado domingo en el sorteo de el gordo de la primitiva: en Casa Adolfo, aunque allí no tienen máquina para validarlo. Como explica Pablo Alonso, uno de los responsables del negocio, «lo validamos donde nos cuadra». Esta vez tocó hacerlo en una administración del lugar de Cañás que ayer ya lucía orgullosa el cartel que anuncia la concesión del premio de segunda categoría, el primero de el gordo que reparten en su historia. En todo el país no hubo acertantes de primera categoría y sí dos de segunda. Al igual que sucedió con los premiados de Carral, algún vecino de la localidad de Úbeda, en la provincia de Jaén, se levantó ayer con 89.516 euros más que el día anterior, impuestos aparte.
En Sergude el premio está mucho más repartido, ya que el boleto premiado lo juegan un numeroso grupo de amigos que se reúnen con asiduidad en Casa Adolfo. Rozan el medio centenar, lo que provoca que, descontada la parte de Hacienda, toquen a unos 1.500 euros por cabeza, en números redondos. Más de uno ya estará a estas alturas planeando las vacaciones o preparando los agujeros a tapar con lo ganado.
Cuando jugaron el boleto, acordaron destinar las ganancias futuras a una cena entre todos. Esa cena se celebrará en diciembre, pero la mayor parte del premio se habrá gastado por el camino. Esta semana volverán a tentar a la diosa fortuna jugando una Primitiva para el jueves y el sábado y un gordo para el domingo. Ganen o pierdan, ya sabrán lo que es probar las mieles del éxito.