El gran maestro relojero es suizo

A CORUÑA

22 sep 2023 . Actualizado a las 16:02 h.

Harto. Estoy tan harto de este otoño de nueve meses que padecemos como de los chistes sobre el mal tiempo. Por favor, no me manden más el de que la Virgen de la Cueva ha dimitido porque esto se le fue de las manos. Me hace tan poca gracia como la meteorología en general. Esta semana de lluvias y mensajitos varios conocí a un gallego que es un maestro del tiempo, de los segundos, de las décimas, de los calendarios más precisos. Me habló de la ecuación del tiempo. «Es la diferencia que hay entre la hora solar y la que tenemos en los relojes. Puede haber una diferencia de menos 14 o más 16 minutos. Los hacemos con una tercera aguja que nos indica la hora verdadera del sol dependiendo de la época del año», explica Francisco Javier Pasandín Núñez, un gallego natural de la localidad ourensana de Viana do Bolo, de madre de Verín y padre de Cambre (A Coruña). Es el maestro relojero de Audemars Piguet, una de las firmas suizas más importantes y exclusivas del planeta, y esta semana regresó a Galicia convertido en una estrella del sector. «Hoy en día es uno de los profesionales más prestigiosos del mundo y en nuestra empresa es uno de los más veteranos y respetados», apunta Antonio Seward, consejero delegado de la empresa en España y Francia, que acompañó en este viaje a sus orígenes al hombre que mejor conoce los detalles y los secretos de los relojes de alta gama. El propietario de la joyería Calvo de A Coruña, Andrés Calvo, organizó una cena para una decena de escogidos comensales servida por A Mundiña en la que Pasandín explicó los secretos de estos relojes cuyos precios van desde los 10.000 euros, los más económicos, hasta los 800.000. «Mi trabajo ahora lo desarrollo en el museo, donde explico a las visitas mi pasión, y arreglo y restauro relojes complicados o que tienen muchos años», apunta este gallego que cuando tenía 13 años emigró con sus padres a Suiza. Estudió relojería y desde 1980 forma parte de la plantilla de la citada empresa relojera, cuya sede central está en el Vallée de Joux, a mil metros de altitud, a medio camino entre Lausana y Ginebra. «Tengo dos hijas que nacieron allí. Estamos muy a gusto y participamos mucho en la vida social suiza. Creo que a Galicia solo vendremos de vacaciones. El corazón está entre los dos países pero el alma está allí», reflexiona Pasandín, que aprovechó el viaje para estar con su tía y sus hermanas en Vigo y Monforte. La firma Audemars Piguet fichó a Leo Messi como uno de los embajadores de la marca y creó una serie limitada (cuesta cada uno sobre 50.000 euros) que por la parte de atrás lleva el nombre del jugador. ¿Y a quién enviaron los suizos a Barcelona para explicarle al futbolista los detalles de la pieza? Pues al maestro relojero gallego. «Estuve toda la tarde con él y le conté cómo era la maquinaria, su funcionamiento, los materiales que utilizamos como el titanio o el platino... fue muy agradable», recuerda. Pasadín tiene 55 años y está en forma porque corre unos diez kilómetros diarios por los valles de suiza. «Ya acabé 36 maratones y corrí cuatro veces carreras de 100 kilómetros. En el 2006 gané la copa europea de largas distancias y sonó el himno español», destaca. La historia del maestro relojero gallego me ayudó a superar esta semana de lluvia. Hace semanas les hablé del cásting que organizó en Marineda City una firma que busca top models. El miércoles se celebró en Madrid la final nacional a la que acudieron ochenta jóvenes de toda España, entre ellos, los nueve gallegos que habían sido seleccionados. El grupo quedó reducido a seis chicas y seis chicos que el 12 de julio estarán en la gran final de Barcelona. Dos gallegos lograron pasar a esta última fase, el vigués Álvaro Silveira y la coruñesa de Oleiros Noelia Castro. La ganadora acudirá a la final mundial de Shanghai pero el chico no, porque no hay prueba internacional. Lo que sí consiguieron es dar otro paso en su carrera para convertirse en top models y poder ganar dinero como para comprarse un reloj de los del maestro relojero.