Antón Malde ha estudiado el santuario durante los solsticios
05 ene 2013 . Actualizado a las 07:00 h.El arqueólogo Antón Fernández Malde continúa desentrañando secretos del santuario de Pena Furada, en el municipio de Coirós. Después de recomponer la fisonomía de lo que hace varios siglos fue un templo pagano, su equipo acaba de descubrir un vínculo con las estaciones y los movimientos de los astros. Durante los últimos meses, Malde ha acudido a este recóndito lugar en cada una de las festividades celtas, solsticios y equinoccios. En esta labor le acompañó un arqueoastrónomo, quien le ayudó a confirmar algo en lo que Malde reconoce sentía cierta desconfianza. ¿Qué se ha descubierto? «Estamos ante un tempo de xestión do tempo», señala el arqueólogo, que descubrió el santuario de forma accidental hace más de veinte años en su etapa de estudiante. «Pena Furada ten unha serie de elementos construídos e vemos cómo na posta do sol ou no ocaso, eses elementos teñen unha relación», explica. Así, durante el equinoccio de primavera comprobaron en un muro una curiosa marca «que podía ser medieval ou romana». «E descubrimos que este muro estaba perfectamente aliñado co equinoccio de primavera», asegura Malde.
En otoño
Más emocionante fue el descubrimiento durante el equinoccio de otoño. Entonces el sol se cuadraba de forma perfecta con la moura, una imagen femenina tallada en piedra, objeto de culto y epicentro del agreste santuario. «E ademais este sol ilumina outra figura antropomorfa moi pequena que se atopa nunha das portas de acceso a uns quince metros da moura», explica el arqueólogo Malde, quien descubrió este santuario cuando buscaba una nueva perspectiva del monte do Gato. Poco podía imaginar entonces que dos décadas después regresaría a aquel lugar como director de un equipo arqueológico para investigar un relieve, el de la Moura, muy infrecuente en Galicia. «O que domina na nosa comunidade son os falos, as figuras masculinas, son moito máis comúns», explica el arqueólogo quien, durante los últimos meses, ha explicado sus investigaciones en este rincón del municipio de Coirós a los vecinos del municipio a través de encuentros en lugares de hostelería para hacer partícipes a los habitantes de la zona de la riqueza arqueológica del lugar en el que residen.