El paseo carballés está bastante recuperado de las riadas, limpio y concurrido
02 sep 2016 . Actualizado a las 11:44 h.El paseo del Anllóns, entre el puente de A Milagrosa y el de Bértoa, es quizá el más utilizado para practicar deporte o simplemente pasear. Las riadas del invierno causaron estragos en la zona y ha sido necesario reponer la tierra en varios tramos, además de reparar pasarelas de madera, entre otras cuestiones. Los efectos aún se notan en las orillas. La inmensa mayoría de los árboles tienen las raíces al aire por el arrastre de tierra, que ha ancheado notablemente el cauce. Esta circunstancia deja muy en precario buena parte de la vegetación. Ya se perdieron muchos ejemplares y otros no sobrevivirán al invierno si es tan lluvioso como el anterior.
Tendrían que sustituirlos los árboles que ha estado plantando los socios de la Venatoria, la mayor parte de los cuales están en buen estado, pero no todos. El estado de la vegetación, igual que la limpieza, es peor cuanto más cerca del casco urbano.
También habrán advertido los caminantes que el río lleva muy poco caudal. En algunos tramos son apenas unos centímetros y ya no se oye el rumor del agua más que en puntos muy concretos, sobre todo cerca del puente de Bértoa, donde hay un par de pequeñas presas.
La vegetación también ha crecido notablemente en el lecho del río y retiene algo de espuma, además de algo de basura. En todo el tramo hay papeleras, con sus correspondientes bolsas azules, pero son poco utilizadas, sobre todo por los que usan pañuelos de papel. Todo el recorrido está sembrado de restos de celulosa blanca.