La bajada del precio de la madera incrementa el peligro de incendios

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

jorge parri

El riesgo se multiplica por el exceso de vegetación, a causa de las lluvias y el calor

21 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El riesgo de incendios forestales ya era notablemente alto en la Costa da Morte sin que mediaran cuestiones económicas. Las lluvias de la primavera y las altas temperaturas han multiplicado la vegetación en los montes, pero la situación ha empeorado desde que el precio del eucalipto ha bajado. De momento ha sido un euro, pero las previsiones es que siga reduciéndose, según explica Juan Pena, presidente de Promaber, una entidad que ha pactado con Ence un contrato de abastecimiento de entre 17.000 y 27.000 toneladas en un año.

Cuando se firmó el acuerdo, la tonelada de eucalipto en el monte, con cáscara, estaba a 30 euros más IVA, pero desde entonces ya se ha perdido un euro. Eso puede hacer que sea más difícil llegar al tope máximo de ventas, porque «o propietario é reacio a vender», explica el presidente de la entidad, pero lo peor, lo más peligroso «é que a xente abandona o monte, non sae rendible limpalo e traballalo e deixao».

Entrecruces

El contrato se firmó hace ya meses, pero comenzará a hacerse efectivo seguramente esta semana. Los eucaliptos de la parroquia carballesa de Entrecruces serán los primeros en convertirse en pasta de papel en la factoría que Ence tiene el Huelva. Promaber, según explicó Juan Pena, respetará el orden de venta. Así, los primeros que ofrecieron sus montes estarán por delante también en las talas, que abarcarán todo Bergantiños, aunque ello dependerá de cada uno de los propietarios.

La bajada del precio nada tiene que ver con la zona, explica Juan Pena. Se debe a la reducción en la cotización de la pasta de papel, cuyo valor se ha visto arrastrado por las pérdidas experimentadas por el dólar con respecto a otras monedas.

También el pino, como ha ocurrido con el eucalipto, ha perdido parte de su valor. Ha sido una ligera bajada, reconoce el empresario Manuel Caamaño, pero marca una tendencia que no beneficia nada a los propietarios de montes de la zona.