Distintos grupos de delincuentes actúan a la vez en la comarca

Juan Ventura Lado Alvela
J. V. Lado CEE / LA VOZ

CARBALLO

Mientras la Guardia Civil capturó a un supuesto ladrón de cobre, otros grupos volvieron a robar en casas y negocios de A Laracha y Carballo

28 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Los últimos días han vuelto a ser muy complicados en el combate de la delincuencia habitual de la comarca. Así, casi al tiempo que la Guardia Civil capturaba a un ciudadano rumano con una furgoneta de cobre supuestamente robado, otros grupos de ladrones actuaron en negocios de Carballo y A Laracha e incluso se llevaron un cerdo vivo de una casa de A Cepeira (Sísamo).

La citada intervención policial se produjo el martes en Brandomil (Zas), donde agentes del instituto armado de Camariñas y Vimianzo interceptaron a un hombre que manejaba una furgoneta con algo más de 300 kilos de cobre en su interior.

Aunque hasta el momento los guardias no han podido determinar el origen exacto del cable, sí saben que pertenece al tendido telefónico y tiene un valor de mercado próximo a los 12.000, con lo que tanto el detenido como el material han sido puestos a disposición judicial.

Esta actuación se enmarca dentro de un operativo específico organizado por la Guardia Civil, que ha servido en las últimas semanas para detener a dos personas, intervenir otras tantas furgonetas y recuperar 700 metros de cable.

Fuentes policiales desligan algunas de estas sustracciones de los grupos habituales de Bergantiños y las relacionan con una banda de ciudadanos rumanos instalados habitualmente en Portugal pero que, en las últimas fechas, están actuando en la Costa da Morte y otras zonas próximas desde la comarca de Barbanza donde tienen fijada su residencia.

Aunque aparentemente se dedican a la recogida de chatarra, con varios vehículos que circulan a diario por prácticamente todos los municipios de la zona, estas fuentes le atribuyen también la supuesta sustracción de cobre y de otros metales.

Una prueba de esta actividad sería la intervención llevada a cabo por la Guardia Civil de Tráfico a finales del mes pasado en Vimianzo, donde se incautaron una furgoneta con cobre y, en Mazaricos, donde detuvieron a uno de los ciudadanos rumanos que, durante la huida, sufrieron un accidente con un Volvo matriculado en Portugal.

Paralelamente a esta actividad, una banda de ladrones de tragaperras supuestamente integrada por jóvenes de la zona de Carballo, sigue actuando en distintos puntos de la comarca. La madrugada del lunes entraron en el bar Zarra de Caión, de donde se llevaron la máquina de tabaco, las monedas de la registradora y la tragaperras que apareció posteriormente en un monte de la carretera de A Laracha. Esa misma noche, empotraron un vehículo contra la cristalera de Euronovias, un comercio de la avenida de Bértoa de Carballo, en el que se apoderaron de una pequeña cantidad de dinero mientras generaban un gran revuelo en todo el vecindario. Y ya por la mañana, ataviados con pasamontañas y a bordo de un Seat Toledo de color rojo, trataron de dar otro golpe que a punto estuvo de dejarlos en manos de la Guardia Civil.

Parte del grupo aprovechó que el Bar 2000 de la avenida de Fisterra de A Laracha acababa de abrir para intentar sacar la tragaperras a la calle, donde les esperaba uno de los delincuentes a los mandos del vehículo que tenían listo para huir. Sin embargo, apareció la patrulla que llevaba siguiéndolos buena parte de la noche y tuvieron que escapar sin su botín que quedó en la puerta del establecimiento.

Los agentes salieron tras ellos, pero no lograron darles alcance porque, en la persecución, y al esquivar un vehículo mal estacionado colisionaron con otro con venía en sentido contrario. No hubo daños personales pero el siniestro sirvió para que los delincuentes, que ya han estado al borde de ser capturados varias veces en las últimas semanas, volviesen a escapar después de dejar un reguero de varios miles de euros en daños.