Nuevas normas provocan retrasos de un año en contratos de obras públicas

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

Algunos alcaldes señalan que el proceso de adjudicación se prolonga durante meses

28 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

En aras de la transparencia, así como para favorecer la participación de empresas en los procesos de adjudicación y para conseguir mejores ofertas económicas, en el último año se han aprobado una serie de medidas que tienen por objeto garantizar estas premisas. Sin embargo, el cumplimiento de las normas trae de cabeza a ayuntamientos pequeños como los existentes en la comarca de Barbanza, hasta el punto de que se producen demoras de hasta un año en la licitación y contratación de obras públicas.

Como ejemplo cabe citar los casos de los ayuntamientos de Ribeira, Noia, Muros o Porto do Son, que todavía tienen sin sacar a concurso una veintena de actuaciones correspondientes a planes de la Diputación del 2016, cuando la convocatoria de este ejercicio está a punto de iniciarse. El rianxeiro Adolfo Muíños indica que «gañas en transparencia, pero afecta aos servizos de Intervención e Secretaría, porque os procesos estáncanse».

Su homólogo ribeirense, Manuel Ruiz, afirma: «É a primeira vez que non temos licitados o 100 % dos proxectos do 2016 e o que imos facer este ano para axilizar a tramitación é xuntar máis actuacións en cada convocatoria. Antes preferíamos facer máis procedementos porque dabas entrada a maior número de empresas, pero o servizo de contratación acumula un retraso importante».

En la misma línea, el noiés Santiago Freire explica: «Algún proceso de contratación prolongouse catro ou cinco meses. Obras que poderían facerse de xeito máis rápido estáncanse na tramitación burocrática. Moitas convocatorias da Xunta licitáronse ao límite».

Doble vuelta

Entre los cambios que se han ido introduciendo figura uno que procede de una disposición de la Unión Europea. Consiste en que en los concursos por procedimiento negociado, una vez conocidas las ofertas de las empresas, se haga una segunda ronda entre las tres que logren mejor valoración para ver si mejoran sus propuestas. En el caso de los ayuntamientos de la comarca, según explican los alcaldes, el criterio de valoración que se sigue es el económico, ya que el técnico conllevaría todavía más demoras en la licitación.

Este sistema obliga a duplicar el proceso y, además, a veces conlleva nuevos retrasos. En Muros, por ejemplo, la alcaldesa, María Xosé Alfonso, comenta que dos empresas redujeron tanto el precio con respecto al presentado inicialmente que ha sido preciso solicitarles que aportasen documentación justificativa. Consecuencia: es una de las actuaciones que continúa sin contratarse.

El regidor boirense afirma que, según los técnicos municipales, no se logra un ahorro de dinero y a veces se resiente la calidad.

Otra modificación es la obligatoriedad de que los procesos tengan carácter abierto cuando la inversión supera los 200.000 euros. Esto motiva, dicen desde los concellos, que haya una auténtica avalancha de empresas que concurren. Así, Santiago Freire comenta que para la ejecución de una obra de saneamiento en A Barquiña se presentaron 39 firmas y señala que para otras cuyo importe no superaba los 40.000 euros entregaron sus propuestas una quincena.

La revisión de documentación es tal que algunos concellos hasta contratan servicios externos.