Los vecinos muestran su descontento con el exceso de basura y escombros que se esconden entre la arena
30 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La suciedad y su proximidad a la carretera son las principales pegas que los habitantes de la capital arousana ponen a la primera playa canina de Vilagarcía. O Castelete se convirtió, hace semanas, en el único arenal para perros de la ciudad, una propuesta que los vecinos consideraron «necesaria» y «prometedora». Pero no acaba de triunfar. Después de que se prohibiera el acceso del mejor amigo del hombre a la playa de A Compostela, en horario diurno, Ravella apostó por convertir O Castelete en el segundo arenal para perros de la comarca. Sin embargo son muchos quienes consideran que se ha quedado en un «simple intento».
«Lo único que pido, ya no como dueño de un perro, si no como persona, es que la playa esté limpia», asegura José, un vecino que jugaba con su hijo y su perra Daisy en la playa. Y es que el riesgo de clavarse «cristales, escombros, plásticos y demás» es un hecho que nadie puede negar. El ansia por convertir O Castelete en una playa canina podría ser la culpable de que todavía no existan «vallas, que impidan que los perros salten a la carretera», como explica Ángeles, voluntaria de la protectora de animales de Vilagarcía. No obstante, espera «que en breves se habiliten, así como los contenedores de excrementos», y que se aprovechen estos cambios para hacer una limpieza «profunda».
A pesar de que la falta de higiene y la ausencia de vallado son los problemas que más destacan los dueños de estos animales, el pequeño tamaño del arenal es otro tema de debate. Cuando la marea sube no queda un resquicio de playa. La solución no parece sencilla aunque para muchos, como Ángeles, el problema se acabaría «si se aumentan el número de playas y la gente fuese más cívica y ensuciase menos».