Diego López: «Tranquilos, ya me pongo yo»

Xosé Ramón Penoucos Blanco
X. R. Penoucos SARRIA / LA VOZ

CDLUGO

El portero que ha sentado a Casillas debutó hace veinte años en Sarria

28 ago 2013 . Actualizado a las 17:45 h.

Agosto de 1993, el entrenador del equipo de fútbol 7 del Euromoble, Leandro Rodríguez, Leo, tenía un problema. Marino, el portero del equipo que iba a jugar en Sarria el trofeo de la Peña Malecón se iba de vacaciones y había que encontrarle sustituto. «Tranquilos, ya me pongo yo», dijo convencido un niño de once años de Paradela. Ese infante con aspecto bonachón era Diego López, el actual portero del Real Madrid.

El balance de aquel torneo fue que el Euromoble se proclamó campeón en una final que se resolvió con lanzamientos de penalti y en la que el improvisado guardameta detuvo tres. «Ya apuntaba maneras, pero no tanto como para pensar que llegaría al Madrid», dice Leo, su primer entrenador.

Esa misma temporada la Sarriana crea equipo de fútbol sala de infantiles y Diego es uno de sus integrantes, aunque no defendía la portería, ocupada por su vecino Iván. «Era una plantilla muy corta y Diego López ejercía como portero suplente y central titular», dice su técnico de aquel momento, Antonio López, Toñín, quien destaca las excelentes condiciones de su pupilo y apunta que su trayectoria como central le sirvió para dominar el juego con los pies.

Lo que más recuerdan de los inicios de Diego López es su entrega en cada entrenamiento y sus esfuerzos por mejorar. «Viajaban cuatro días a la semana desde Paradela con Iván, Óscar y Gerardo, y sus padres -el de Diego es Zapa un conocido exjugador del Paradela- se turnaban cada semana para traerlos a Sarria», explican Toñín y Leo.

El siguiente paso de Diego López fue el Club Deportivo Lugo de cadetes, equipo que pensó que fichaba un central y se encontró con un portero con el que ni soñaban. Su entrenador de aquella época, Kubala, fue el que decidió desde aquel momento que aquel niño desgarbado de más de 1,80 tenía que ser guardameta. Poco después Fabri le daba la oportunidad de hacerse profesional con el Lugo en Segunda B.

El resto de la historia que comenzó hace dos décadas en un torneo de fútbol siete ya es conocida por todos. El suplente de Iván en los infantiles de la Sarriana sentó ahora a Casillas en el banquillo tras pasar por el C.D. Lugo, Real Madrid C, Alcorcón, Villarreal, Sevilla y regresar por la puerta grande al cuadro merengue.