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Un paseo por el Camiño do Caleiro

Carlos Rueda MONFORTE/LA VOZ.

AGRICULTURA

Un recorrido por la ruta tradicional que parte de la aldea de Cima de Vila permite disfrutar de una zona de especial atractivo paisajístico en la sierra de O Courel

08 dic 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Cima de Vila es una de las seis aldeas que forman la parroquia de Santa Eufemia de Visuña, en el municipio de O Courel. De este núcleo parte un ruta tradicional conocida como Camiño do Caleiro, muy transitada por los vecinos de la parroquia, ya que daba acceso a una zona donde abundaban las tierras de labradío y las praderías. Del Camiño do Caleiro partía además un viejo sendero que subía hasta O Faro y comunicaba con las aldeas de Romeor, Fonteformosa, Riocereixa y Brañas, aunque actualmente se encuentra cerrado por la maleza.

Un recorrido de poco más de un kilómetro por este antiguo camino -de dificultad baja- ofrece un gran interés paisajístico y ambiental, ya que discurre por una de las zonas más atractivas de la sierra, un valle de gran potencial agrícola que parte en dos el arroyo de Rechouso. Para llegar a Cima de Vila hay que salir de Seoane do Courel por la carretera que conduce a Esperante y Visuña y cubrir un trayecto de dieciocho kilómetros de recorrido. También se puede llegar desde Quiroga por la carretera que lleva a Cruz de Outeiro, A Seara y Visuña. En este caso, el recorrido des de 37 kilómetros.

El inicio de la ruta está en la parte alta de la aldea. Los primeros doscientos metros de trayecto discurren entre pequeños huertos y tierras de labradío. A continuación, en el lugar denominado O Curral, se abren extensas praderías que ocupan ambas riberas del arroyo de Rechouso. Por encima y a la izquierda se levanta la sierra de A Castañeira.

Al cabo de quinientos metros arranca a mano derecha el camino que lleva a O Faro y que enlaza, unos cientos de metros más adelante, con otro que sale de la aldea de Reibarba, pasando por los lugares de O Carballal Novo, As Cabezas do Carboeiro y A Boca do Faro. Hay que seguir de frente sin desviarse durante unos 250 metros.

Afloramientos calizos

Seguidamente es preciso cruzar el arroyo de Rechouso en el lugar conocido como O Caleiro, que da su nombre al camino. El paraje recibe esta denominación a causa de los afloramientos de roca caliza que existen en esta zona. De aquí extraían piedra los vecinos de Cima de Vila, transportándolo en carros con el fin de obtener cal. Para ello ser cocido el mineral en el único horno existente en la aldea. Su propietario no cobraba nada por la cocción, solamente pedía a sus vecinos que le echaran una mano en las faenas del campo.

Hasta hace un cuarto de siglo, en esta zona se sembraba una gran parte del centeno y el trigo del país que se cosechaba en la sierra, aunque también había sembrados de «pan», de menor extensión, en el lugar de A Labrada, cerca del pico de Os Corvos. Había casas que llegaban a coger entre 2,000 y 3,000 «mollos de pan» o gavillas de centeno, lo que da una idea aproximada de la cantidad de terreno dedicado a sembrados. En el kilómetro uno, el camino se bifurca en dos ramales. El de la izquierda sube por el lugar de O Caleiro y desemboca en una pista de tierra que lleva a la Boca do Faro. Hay que seguir por el de la derecha, durante unos cien metros, hasta una cabaña agrícola -conocida como Cabana da Felipa- en el lugar de O Covallón. En este punto finaliza la corta pero gratificante ruta.