Una tesis apunta que al Banco de Terras como la mejor opción para prevenir el abandono agrario

Gadea G.Ubierna

LEMOS

24 feb 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Abandono da agricultura e cambios na cuberta do solo: aplicación de fotografía aérea histórica, modelos de regresión loxística e sistemas de axuda á decisión para o planeamento territorial na comarca de Terra Chá» es el título de la tesis doctoral del ingeniero de montes Eduardo Corbelle, quien la leyó ayer en la facultad de Humanidades.

Tanto en la exposición como en el turno de preguntas, cuando le señalaron qué priorizaría si fuera conselleiro de Medio Rural, Corbelle consideró que el banco de terras es la mejor opción para evitar que los terrenos que dejan de cultivarse se cubran de matorral y queden abandonados con el paso del tiempo.

Corbelle explicó que «desde el grupo de investigación pensamos que hay que apoyar el banco de terras. No impone decisiones a los propietarios, sino que la participación es voluntaria. Nuestra investigación va en la línea de conjugar el uso de la tierra, pero también la propiedad». El llamado Banco de Terras de Galicia es una figura creada por el anterior gobierno de la Xunta, el bipartito, para favorecer la conservación de superficie agraria útil.

Oportunidad para Muras

El ingeniero de montes explicó que escogió la Terra Chá para su tesis por ser una zona próxima y conocida para el grupo de investigación, pero también por su peculiaridad dentro de Galicia: concentraun 4% de las explotaciones de la comunidad y tiene casi medio millón de parcelas.

En este sentido, ha habido descenso de superficies agrarias útiles en Vilalba, Guitiriz, Begonte y Muras. De los cuatro, Muras es uno de los más afectados. «Muras es un concello muy deprimido, que está cubierto de mucho matorral y en los que el banco de terras abre grandes posibilidades». Subrayó que el hecho de ceder una parcela al banco de terras para que se alquile no obliga al propietario a nada.

En el otro extremo a Muras se encuentra A Pastoriza, una zona donde las explotaciones y las superficies agrarias útiles han aumentado durante los últimos años y se ha consolidado como una zona muy productiva.

Otro caso peculiar es el de Begonte, donde el ingeniero señaló que, para evitar el abandono, se ha intentado reforestar la práctica totalidad de las tierras con pino y eucalipto. «Esto no es ni bueno ni malo, pero es importante pararse para reflexionar qué es lo que se quiere tener», concluyó Eduardo Corbelle Rico.