El dueño del bar con 2.294 denuncias: «Quizás la voz humana supere los 60 decibelios»

maría conde SANXENXO / LA VOZ

GALICIA

Los vecinos se muestran satisfechos de que el Concello haya expedientado el local.

16 dic 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Para los vecinos, «ha sido un regalo de Navidad anticipado». Pero el propietario del Boulevard, el local expedientado por el Concello de Sanxenxo por exceder el nivel de ruido 2.294 veces en 82 días, no se explica los registros que ha marcado su sonógrafo. «Nada más notificarme el Concello el expediente, me puse en contacto con la empresa que hace la vigilancia para que verifique si el sonógrafo está o no bien -explicó Juan Ramón Castro-. Estoy seguro de que o es un problema técnico o bien los 60 decibelios que pone el Ayuntamiento se pueden superar con la voz humana. Mi opinión es que esos decibelios de pico pueden ser superados por 50 personas dentro del local, si está llena la planta baja, un día de verano cantando». Castro prevé recurrir contra el expediente «porque no me queda otra».

Apunta que el establecimiento se cerró el 15 de septiembre por fin de temporada, aunque luego se ha abierto «sin música» en alquiler en alguna ocasión. Algo que contrasta con la resolución, ya que desde el Concello indicaban que el límite de ruido se había sobrepasado entre el 5 de junio y el 15 de noviembre. «Es algo que no entiendo, porque música no se está poniendo, y de hecho en el informe pone días que no ha estado abierto. Yo no soy técnico, pero me imagino que puede ser un fallo del micro o del sonógrafo y cuando venga el técnico lo verificará». No está en contra de los sonógrafos a los que obliga la normativa local, «pero deberían ser algo más flexibles». Apunta que los negocios de Sanxenxo tuvieron que adquirir el limitador marcado por el Ayuntamiento, «que vale 3.000 euros, cuando uno normal vale 100». «Y te dicen qué empresa te lo tiene que instalar y verificar».

Por su parte, varias vecinas mostraban ayer su satisfacción por la resolución. «Llevamos luchando año y medio, hemos presentado quejas al Ayuntamiento y decían que en su registro no les salía nada, ahora sí... -señaló una-. En verano dormía con tapones en los oídos y aún así oía las canciones». Otra de las afectadas recuerda que el pasado verano tuvo que marcharse de Portonovo «diez días por prescripción médica» ante el insomnio.