Los servicios técnicos de Renfe tienen claro que los tiempos actuales de viaje (siete horas y 48 minutos desde A Coruña y 17 minutos menos si el tren se coge en Vigo), así como las limitaciones de la infraestructura, no permitirían, de momento, una segunda frecuencia con Madrid. La ocupación de los trenes durante el 2010 -año del Xacobeo- se quedó en el 56,8 %, mientras que en lo que va de año -hasta mayo- se sitúa en el 57,7 %. Estos datos son representativos, para Renfe, de la escasa demanda del servicio ferroviario con la capital, aunque se comprometen a estudiar la petición del Congreso. De hecho, recuerdan que en el 2012 está prevista la entrada en funcionamiento del tren híbrido -bautizado ahora como S-730-, que podría dejar el viaje a Madrid en cinco horas y media cuando se termine el nuevo trazado entre Olmedo (Valladolid) y Zamora.
La eterna discusión sobre la demanda -la falta de horarios más atractivos puede influir en que no haya más usuarios- también protagonizó la negoción de la proposición no de ley que ayer aprobó el Congreso. De hecho, la posición inicial del PSOE incluía una enmienda en la que se instaba al Gobierno a «estudiar» la implantación de la segunda relación diurna «si hubiera demanda para ello una vez se ponga en servicio la alta velocidad entre Ourense y A Coruña». Finalmente, los socialistas apoyaron el criterio del diputado popular, Celso Delgado. «No es momento de discutir si hay demanda, sino de ofertar unos buenos servicios para generarla», dijo.