El Sergas contraataca y pide que los médicos impulsen el catálogo

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua VIGO / LA VOZ

GALICIA

Detecta farmacias que no hacen el cambio automático de tratamientos

10 feb 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La tormenta contra el catálogo gallego de medicamentos está en pleno apogeo. En medio de las fuertes presiones de la industria farmacéutica, de las boticas gallegas y del Gobierno central, el Servizo Galego de Saúde (Sergas) ha lanzado un contraataque discreto, lejos de los focos. Les ha pedido a sus médicos un esfuerzo extra. Más genéricos, menos marcas. Lo ha hecho de manera interna, remitiendo circulares a los doctores de cabecera y pediatras para que cambien todos los tratamientos que ya estén en marcha con medicamentos de marca a otros fármacos incluidos dentro del catálogo.

El listado gallego de fármacos entró en vigor el 17 de enero. Desde ese día, la sanidad pública dejó de pagar 425 marcas de medicinas que antes financiaba a pesar de que existían medicamentos equivalentes más baratos e igual de eficaces. Pero muchos pacientes gallegos ya tenían tratamientos en marcha recetados con fármacos de marca que antes sí estaban subvencionados. En esos casos, las farmacias debían hacer el cambio automático y dar genéricos allí donde la receta todavía ponía una caja de marca.

El Sergas detectó que algunas farmacias eran reticentes a hacer ese cambio. Les reclamaban a los pacientes que pidieran cita con su médico de cabecera, que esperaran la consulta y que fueran simplemente para pedir que les cambiaran las recetas para los fármacos del catálogo.

Para evitarlo, el Sergas ha habilitado una aplicación que permite a un médico cambiar todas las recetas de todos los pacientes de su cupo. Según recoge la citada circular, cada doctor de cabecera solo tiene que enviar un correo electrónico a los servicios centrales del Sergas pidiendo que se cambien todos los tratamientos de todos sus pacientes. Fuentes de la Administración confirman que desde Santiago se dio la orden a todas las gerencias de atención primaria de que facilitasen a los médicos el cambio automático en el tratamiento. Y las circulares llegaron precisamente el viernes 4, el mismo día en que el Gobierno de Zapatero acordaba recurrir el catálogo al Tribunal Constitucional. El Sergas ya sabía que ese acuerdo se iba a producir, así que se adelantó.

Cuanto más implantado, mejor

El razonamiento de fondo que busca la Xunta es que cuanto más extendido esté el catálogo, más le costará al Gobierno tumbarlo. Si ahora los médicos de cabecera hacen ese esfuerzo, no habrá en Galicia ni un solo tratamiento en marcha que no esté incluido dentro del catálogo de fármacos, que recoge 34 principios activos y que, según la Consellería de Sanidade, ya ha permitido ahorrar 3,9 millones de euros en sus quince primeros días. Esto supondría un ahorro anual de 101 millones. O lo que es lo mismo, la farmacia gallega, que absorbe uno de cada diez euros de la Xunta, podría ahorrarse un 10% de lo que cuesta.