Varios fuegos obligan a cortar el tráfico en la autovía Rías Baixas

P. Seoane OURENSE/LA VOZ.

GALICIA

Los incendios más graves, en Cualedro, Taboadela y Carballeda de Avia, comenzaron con una hora de diferencia

27 ago 2010 . Actualizado a las 02:54 h.

Tres tramos ourensanos de la A-52 dieron ayer visibilidad a la actividad incendiaria en Galicia. Con un impacto muy diferente en el tráfico rodado, cientos de usuarios de esta vía rápida se vieron sorprendidos por el humo y las llamas que, en el caso concreto del municipio de Taboadela, obligaron a interrumpir la circulación. Tan llamativo como que los tres incendios comenzasen entre las tres y media y las cuatro y media de la tarde -es decir, con menos de una hora de margen- resulta el hecho de que el concello de Cualedro, en una jornada sin fuegos en la mayor parte de Galicia, sumase hasta tres incendios forestales a diferentes horas del día.

El que se declaró en Soutomaior, en el municipio de Taboadela, fue el primero en el tiempo y también el que tuvo efectos más graves en el tráfico. La Consellería do Medio Rural sitúa su inicio pasados cinco minutos de las tres y media y a las cuatro y cuarto fue necesario cortar el tráfico en el kilómetro 256, en dirección Benavente, hasta cerca de las cinco. Las llamas llegaron hasta la carretera y la intensa humareda añadió dificultad a la circulación, por lo que la Guardia Civil de Tráfico se hizo cargo de la situación. De ese modo, además, los equipos de extinción por tierra y los medios aéreos pudieron hacer su trabajo con total libertad.

A las cuatro y cuarto se produjo otro fuego en Cualedro. Fue el segundo en la misma zona, en Santa Baía de Montes, donde ya de madrugada habían asomado unas llamas, que en una hora se apagaron. El tercero, a las seis y media de la tarde, resultó irrelevante.

También tocó el fuego de Cualedro la A-52 en el kilómetro 173, donde fue preciso cortar el tráfico alrededor de las ocho y diez de la tarde y durante 25 minutos. A esa hora, en sentido contrario, entre los municipios de Ribadavia y Carballeda de Avia, en el kilómetro 256, tercer punto negro de la jornada en la A-52, la lluvia había dado una tregua para acabar con otro fuego, en Santo Estevo de Novoa. En menos de dos horas arrasó hasta cinco hectáreas de monte arbolado, para hacer de este suceso el más grave de la jornada en cuanto a los daños materiales y al valor ecológico.

Este incendio comenzó sobre las cuatro y media de la tarde. Cuatro horas después, cuando los usuarios de la autovía ya se veían obligados a utilizar los limpiaparabrisas por la lluvia, en la zona de accesos a la capital de la comarca de O Ribeiro, los paneles informativos aún alertaban sobre la proximidad del incendio forestal.

Cerca de algunas casas

El despliegue de medios resultó suficiente para atajar las llamas, sin causar daños personales o en casas, aunque en Soutomaior el fuego se acercó con peligro a algunas viviendas. Las llamas, según las primeras estimaciones de Medio Rural, afectaron en Taboadela a unas seis hectáreas de monte raso.

Al cierre de esta edición, pasadas las nueve de la noche, la Dirección General de Tráfico mantenía el nivel amarillo (circulación irregular) en Ribadavia y Cualedro, donde un carril estaba cerrado en dirección a Vigo. Los servicios de extinción de Medio Rural mantenían sus operativos para acabar con los fuegos.

La Xunta, por otra parte, situó en torno a las dos y media de la tarde de ayer el momento de la extinción de un incendio que se había declarado a mediodía del miércoles en San Miguel de Bidueira, en el municipio de Manzaneda. El fuego afectó a unas sesenta hectáreas de monte raso. Trabajaron en él hasta dieciocho brigadas, una pala, cuatro helicópteros y seis aviones.