Un cefalopodero con base en Vigo es el barco nodriza del hachís de Muxía

E.?V. Pita? / ?J.?V. Lado

GALICIA

La Guardia Civil detuvo ayer al patrón y a seis tripulantes, quienes habían rescatado un cayuco en el 2007

08 abr 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El cefalopodero Iriana, matriculado en Las Palmas de Gran Canaria en 1995 y con base en Vigo, es, supuestamente, el barco nodriza que transportó en sus bodegas casi 4.000 kilos de hachís desde la costa de Canarias y Marruecos a la gallega. Una vez allí, trasvasó la carga a varias planeadoras, cuyos pilotos fueron arrestados en Muxía el pasado fin de semana. Casualmente, este buque, cuyo armador es de nacionalidad marroquí, se hizo famoso por un rescate humanitario en marzo del 2007 cuando avistó un cayuco en aguas de Tenerife y salvó a 44 inmigrantes ilegales.

Agentes de la EDOA de la Guardia Civil registraron ayer, a las 14 horas, el supuesto barco nodriza, adscrito a una consignataria viguesa. Los policías detuvieron al patrón y al mecánico, quienes permanecían a bordo cuando fue intervenido. En las siguientes horas, cayeron en la provincia de Pontevedra otros cinco tripulantes que se hallaban en tierra. Cuatro puestos clave del pesquero eran españoles y había dos marineros marroquíes y otro peruano. La Guardia Civil no da por concluida la operación y prevé más arrestos de tripulantes en las próximas horas.

Los marineros del puerto pesquero vigués jamás sospecharon de las supuestas actividades delictivas. Varios estibadores de Vigo comentaron que este pesquero, de 18,5 metros de eslora, frecuentaba bastante las dársenas. Su tripulación desembarcaba cada semana productos frescos procedentes del banco subsahariano, que eran vendidos en la lonja de altura de O Berbés. Precisamente, el barco estaba atracado ayer en el muelle de dichas instalaciones. Los agentes lo movieron al muelle que hay frente a la Cooperativa de Armadores para poder registrarlo.

Todo apunta a que la pesca de cefalópodos era la coartada perfecta para moverse en la ruta del hachís, entre las islas Canarias y Vigo. La nave nodriza salía a faenar y, supuestamente, cuando se aproximaba a la costa marroquí, recogía los fardos de hachís en la zona.

Luego, ponía rumbo a Galicia para desembarcar sus redes con pulpo y calamar. Pero en sus bodegas transportaba también otro tipo de mercancía. Una vez que el Iriana se aproximaba a la costa gallega, un grupo de lanzaderas o zódiacs de 60 caballos de potencia retiraban el cargamento de hachís y lo trasladaban a su escondite en la costa. Concluida la operación, el pesquero entraba en el puerto de Vigo sin despertar sospechas. Tras repostar y aprovisionarse de hielo, regresaba a faenar.

No actuaron solos

Por otra parte, los marroquíes que ayer pasaron a disposición judicial en Corcubión tenían apoyos en Muxía, donde fueron sorprendidos el domingo de madrugada mientras descargaban los 3.800 kilos de hachís. Al menos eso es lo que creen fuentes policiales cercanas a la investigación y que participaron en la captura de los sospechosos. Los agentes atribuyen el control de la operación a narcotraficantes de la zona que, pese a no estar presentes en el lugar, debieron coordinar la descarga. «Polo mar podes vir con un GPS, sen demasiados problemas pero unha vez en terra, se non contas con alguén que coñeza a zona, é imposible», señaló uno de estos policías.

Los investigadores creen que el hecho de que empleasen a ciudadanos marroquíes en el trasiego de la droga obedece a las dificultades que tienen los traficantes para encontrar correos locales después del desembarco frustrado de 3.600 kilos de cocaína, en la misma playa, el pasado 11 de enero. «Non atoparon a ninguén de aquí que lles quixese facer o traballo e por iso trouxeron aos marroquís», apuntó una de estas fuentes.