Audasa inició ya la evaluación técnica del proyecto de ampliación del puente de Rande, según han confirmado a este diario las consellerías de Política Territorial y Cultura. Los técnicos de la empresa concesionaria de la autopista AP-9 están realizando mediciones en la parroquia redondelana de Rande, donde está previsto que se levanten los nuevos pilares que permitirán duplicar el ancho del puente.
Para la realización de estos trabajos, Audasa se ha visto obligada a solicitar permiso a la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural, ya que en esa zona se encuentra el único vestigio que se conserva en tierra de la batalla de Rande (1702). Se trata de una fortificación del siglo XVII, muy deteriorada por el paso de los siglos y, sobre todo, por la construcción del propio puente, durante la década de los años setenta. En aquella época, la ausencia de una legislación que protegiera el patrimonio cultural favoreció que la empresa levantara uno de los pilares sobre las mismas ruinas de la fortaleza.
En las últimas semanas, un equipo de arqueólogos realizó dos catas y sondeos técnicos en este ámbito. En una de ellas no se detectaron restos arqueológicos de interés, pero en la segunda sí hallaron relevantes elementos del pasado. El sondeo dejó al descubierto parte de la muralla y la cimentación del fortín que fue destruido en 1702 por la infantería de marina holandesa, que, aliada a la del Reino Unido, venció a la flota hispanofrancesa que dio origen a la leyenda del tesoro de Rande.
El trabajo realizado solo pretendía valorar si en este lugar se podían levantar los pilares necesarios para la ampliación del puente. Por este motivo, la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural no ha emitido un informe sobre esta actuación. De realizarse el proyecto de ampliación, Audasa deberá presentar en la Consellería de Cultura un proyecto de excavación detallado que, una vez realizado, será sometido a estudio por los técnicos de Patrimonio.
Negociación con Fomento
La ampliación del puente de Rande depende de una negociación entre Audasa, como concesionaria actual de la autopista, y el Ministerio de Fomento, propietario del vial. Al margen de este diálogo, la redacción técnica del proyecto de ampliación no es tan complicada como si se tratara de una carretera nueva. La concesionaria de la autopista AP-9 tendrá que invertir cerca de 200 millones de euros en una actuación que previsiblemente aumentará el tráfico de vehículos por la zona. En la actualidad, se estima que más de 50.000 vehículos utilizan a diario este tramo de la autopista AP-9.