Setenta asociaciones gallegas rechazan el acoso a gitanos de A Coruña, Lugo y Pontevedra

GALICIA

El Foro de Inmigración pide una declaración parlamentaria a favor de su integración

26 may 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Representantes de las setenta entidades integradas en el Foro Gallego de Inmigración mostraron ayer en A Coruña su rechazo al «acoso» que vienen sufriendo en los últimos meses comunidades gitanas de A Coruña, Lugo y Pontevedra. Coincidiendo con la celebración de la tercera asamblea sobre inmigración y emigración de retorno, el foro se solidarizó con las familias afectadas por lo que calificaron de «actitudes claras de racismo, puro y duro», en palabras del presidente del colectivo, Miguel Fernández.

El Foro de Inmigración ha mantenido diversos encuentros con los grupos políticos representados en el Parlamento gallego y con el propio vicepresidente de la Xunta, de modo que, según señaló Fernández, confía en que esta misma semana la Cámara gallega realice una declaración institucional a favor de la integración del pueblo gitano.

La propuesta, que los grupos políticos consensúan, recoge una de las reivindicaciones básicas del foro a favor de la convivencia intercultural. «En el fondo -explicó el presidente- gitanos e inmigrantes comparten discriminaciones muy parecidas, a la hora de que no le alquilen un piso, que no le den trabajo o que le paguen la mitad».

Denuncia social

La tercera asamblea sobre inmigración, que se desarrolló en el parque Europa, sirvió de esta forma para el encuentro festivo de más de 300 representantes de diferentes colectivos y también para la denuncia social del trato desigual, cuando no la xenofobia, que afectan a 82.000 personas en Galicia, 8.000 de ellas solo en la ciudad de A Coruña.

Durante toda la mañana, representantes de las 70 entidades acordaron elevar diferentes propuestas a las Administraciones para corregir las desigualdades. Entre ellas figuran mejorar las vías de entrada regular a las personas que desean asentarse en España, articular alternativas para los que se encuentran en situación irregular, el sufragio electoral para los residentes legales, garantizar derechos básicos (salud, educación y vivienda) para todos los inmigrantes, mejoras en el derecho de asilo y la eliminación de los centros de internamiento. Además, la asamblea decidió también mostrar su repulsa y preocupación sobre las últimas medidas legislativas acordadas por países como Italia.

Antes de la celebración de distintas actuaciones multiculturales y el desarrollo de un almuerzo, el Foro Galego de Inmigración dio lectura a un manifiesto para alertar de que, «con la excusa de combatir la inmigración clandestina, los Gobiernos están adoptando políticas represivas», sostienen. Además, denuncian la persecución policial, la sobreexplotación laboral, el aislamiento y las condiciones infrahumanas en las que viven aquellos a los que «se les niega un estatus legal».

El foro puso también el acento en alertar acerca de la situación de los inmigrantes regularizados, a menudo «en un régimen de apartheid desde el punto de vista legal, social y laboral». Por todo ello, la asamblea reclamó solidaridad y medios para la integración real.