Tamara Abalde: «He crecido sin ningún complejo»

Nacho Mirás Fole

FERROL

Plenamente recuperada de su lesión de tobillo, acaba de instalarse en Pamplona; regresará a Vigo el próximo fin de semana, pero como rival de las celestes

10 ene 2011 . Actualizado a las 12:38 h.

El próximo fin de semana volverá a Galicia para jugar en Vigo, aunque alineada esta vez en las filas del contrario. Tamara Abalde Díaz (Ferrol, 1989) acaba de fichar por la UNB Obenasa Navarra hasta final de temporada, procedente del Basket Rivas Ecópolis. Ferrolana y viguesa a partes iguales, ha sido 37 veces internacional con la selección española, participó en los Juegos Olímpicos de Pekín en el 2008 y en el Europeo de Letonia en el 2009. Ahora se está acomodando a Pamplona, gran sitio para acomodarse.

-¿Las primeras sensaciones de Pamplona y del equipo?

-Llegué el día 3. Las primeras impresiones son muy buenas. Ya me había dicho el entrenador que, aunque la situación en el equipo es un poco complicada, el ambiente es estupendo.

-Van de últimas...

-Sí, somos colistas y sabemos que hay que trabajar mucho y empezar a ganar ya para conseguir la permanencia. Y todo el mundo cree que se puede.

-Supongo que ser hija del mítico Alberto Abalde la predestinó al baloncesto...

-En casa siempre se ha respirado baloncesto. Mi padre jugó, mi madre no, pero le gusta muchísimo... Cuando llegué a Vigo me apunté en las escuelas del colegio y ya no paré. También ha seguido mi hermano, que está en el Joventut de Badalona. La única que no juega es mi hermana mayor, pero la pobre se tiene que aguantar las conversaciones.

-¿Cómo llevan sus padres la diáspora de los hijos?

-Bien en el sentido de que están contentos de que sus hijos puedan tener oportunidades y hacer lo que les gusta. Pero lo de vernos poco, mal, especialmente mi madre. Yo me fui a los dieciocho y ya no he vuelto, pero mi hermano se ha ido con catorce.

-Hoy estamos hablando en una cafetería de Pamplona; hace unos meses habríamos conversado en Madrid, o en Estados Unidos o en sabe Dios dónde ¿Se hace dura la vida nómada?

-Eso tiene una parte bonita y otra dura. Lo que peor llevo es el tema de la incertidumbre, no saber qué va a pasar, dónde voy a estar dentro de un tiempo. Pero es una de las pocas profesiones que te da esta oportunidad de conocer un montón de sitios, un montón de gente, de viajar haciendo lo que te gusta.

-¿Hasta qué edad se sigue con este ritmo en el baloncesto femenino?

-Depende de tu físico, de que te respeten las lesiones, de cómo te sientas... Yo creo que hasta los treinta y tantos se puede estar. ¿Que llega una etapa en la que te quieres asentar más en un sitio? También puede ser.

-¿Le da tiempo a hacer otras cosas? Estudiará...

-Hago Turismo en la UNED.

Hice un año de márketing en Estados Unidos. Pero poco a poco, no es fácil compaginarlo.

-En un deportista, el físico puede ser también una salida profesional. Publicidad, televisión...

-Ojalá llegase a algo de eso, no me importaría. Pero el mundo del baloncesto femenino no vende tanto.

-Se habla mucho de igualdad, pero es un hecho que el deporte femenino sigue en segundo plano, eclipsado por cualquier cosa que hagan los hombres...

-Los medios de comunicación tienen mucho que ver. Las mujeres tenemos ese hándicap: los chicos saltan más, corren más, son más fuertes, más espectaculares... Y el baloncesto no está tan por detrás como otros deportes. En el fútbol femenino es exagerado, ¿tú sabes lo que hace la selección española de fútbol femenino?

-Tendría que mirar.

-¡Porque no sale en ningún lado! ¿Existe un circuito profesional de fórmula 1 de mujeres? El papel de la mujer en la sociedad está cambiando, es un proceso. Poco a poco vamos rompiendo barreras, pero queda muchísimo. ¿Si llegaremos a la repercusión del deporte masculino? No lo sabemos, pero hay que ir a más.

-¿Se ha buscado en Internet? Tiene fans deportivos y extradeportivos, foros, páginas de fans...

-Paso bastante, el ordenador me aburre pronto y, además, muchas veces no me gusta lo que veo.

-¿Llama a casa a diario?

-Y si no, me llaman. Con mi madre hablo varias veces al día. Es la que pregunta: ¿Qué tal el día? ¿Qué comiste? Con mi padre, del entrenamiento. Con mi hermano menos, no le gusta el teléfono.

-El Obradoiro ha desatado una nueva fiebre del baloncesto en Galicia...

-Es una grandísima noticia. Ojalá asciendan otra vez a ACB y que el ambiente no decaiga. Es bueno para todos.

-Con un metro y 91 centímetros de estatura, ¿ha padecido por ser alta?

-Ni me entero. En mi familia somos altos, tengo amigas altas... He crecido sin ningún complejo, también siempre estaba con niñas mayores que yo.