El RACC Automóvil Club presentó ayer los resultados del Programa Europeo de Evaluación de Túneles -Eurotap-, en el que este año se analizaron 26 estructuras de 13 países diferentes, entre ellas 4 españolas: Cantalobos (Andalucía), Bracons (Cataluña), Valdepastores (Madrid) y Pedra do Couto (Galicia), siendo esta última la única que suspendió en materia de seguridad.
El túnel, construido en al año 1999, está situado en el autopista AP entre A Coruña y Ferrol, y tiene algo más de un kilómetro de extensión. Cada día circulan por él alrededor de 18.200 coches, de los que el 7% -unos 1.300- son vehículos pesados que transportan mercancías peligrosas, según explicó ayer Lucía Serantes, responsable de la Fundación RACC Automóvil Club en Galicia y Asturias.
Entre los puntos débiles detectados por los especialistas en esta infraestructura gallega está que no se recibe permanentemente la información de tráfico por radio, ni el centro de control la puede interrumpir para transmitir mensajes adicionales. Tampoco se monitoriza automáticamente la circulación, las incidencias, el uso de arcenes de servicio, los teléfonos de emergencia o los extintores.
Asimismo, no están iluminadas las vías de escape de emergencia, ni se indica a qué distancia están los portales; a lo que también se suma que tampoco hay un suministro continuo de agua de extinción y que se carece de bocas de incendio. Por último, también se apunta que la duración de los equipos respiradores para los bomberos es demasiado corta, que el suministro de energía no está asegurado contra los posibles cortes, que los cables de seguridad no están suficientemente protegidos contra el fuego y que se carece de un sistema para drenar rápidamente líquidos inflamables o tóxicos.