Conduce con un bebé y un niño por la A-6 con ocho veces más alcohol del permitido

X. Carreira / X. R. Penoucos

FERROL

La Guardia Civil de Tráfico interceptó a la mujer después de cometer una infracción en As Nogais

27 ago 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

No había antecedentes recientes en la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil de Lugo de un caso de 1,7 miligramos de alcohol por litro de aire espirado. Desde el pasado viernes ya existe esta marca. La dio una mujer de 45 años de la comarca de Becerreá que fue localizada en la A-6 por agentes del destacamento de Tráfico de Baralla. En el coche que conducía viajaban un bebé, un niño de cinco años y otra persona adulta. La conductora superó ocho veces la tasa permitida, que es de 0,25 miligramos de alcohol por litro de aire espirado para conductores que no son noveles ni profesionales, en cuyo caso los niveles son aún más bajos.

Los agentes de Baralla interceptaron a la mujer durante el servicio que realizaron en la tarde del viernes, justamente cuando la circulación era más intensa por la A-6, en el término municipal de As Nogais. Los guardias vieron que la conductora del vehículo cometía una infracción (no fue posible determinar cuál). Cuando les fue posible, consiguieron darle el alto y, al informarla de los motivos de la parada, comprobaron cómo la conductora parecía no estar en las condiciones más idóneas para conducir. Supuestamente, desprendía un fuerte olor a alcohol.

Cuando los agentes la sometieron al correspondiente control comprobaron, con gran asombro, que el etilómetro se había disparado hasta los 1,7 miligramos de alcohol por litro de aire espirado. Dejaron pasar un rato antes de hacer la segunda prueba para ver si la tasa todavía podía subir. No obstante, en esta nueva medición la mujer dio, según informaron diversas fuentes, 1,6 miligramos.

Síntomas de embriaguez

La tasa, según indicaron expertos consultados ayer, hubiese supuesto para algunas personas la entrada en coma, aunque aclararon también que todo dependía de la edad de la persona, su complexión, grado de habituación alcohólica y otro tipo de consideraciones. En este caso, la conductora mostraba síntomas de embriaguez y de que no estaba en condiciones de conducir, pero no de necesitar atención médica. Es posible que hubiese ocasionado algún percance de continuar su marcha.

«La interceptación de esta persona con semejante tasa de alcohol debe ser tomada como una seria llamada de atención para los conductores que se creen que en las autovías la Guardia Civil no realiza controles de alcoholemia o es más difícil ser detectado conduciendo bebido. Beber y conducir tiene muchos riesgos», explicó ayer un guardia.

Los agentes, según algunas informaciones, procuraron efectuar la intervención fuera de la autovía para no ocasionar peligro para la circulación. A la mujer le prohibieron seguir conduciendo y, al parecer, avisaron a otras personas para que se hicieran cargo de los menores y del otro viajero adulto.

Del caso ya se ocupa el Juzgado de Instrucción de Becerreá, al que está previsto que le sean remitidas las diligencias. Es posible que la mujer se enfrente a una acusación por parte del Ministerio Fiscal de un delito contra la seguridad del tráfico, lo cual le puede suponer someterse a un juicio rápido y a una posible condena consistente en una multa y en la retirada del permiso de circulación.