Dos concellos unidos por el celuloide

L.A.N.

FERROL

Ferrol y Narón cofinancian la producción de un cortometraje de animación sobre un cuento de Lucía Etxebarría; la escritora visitó ayer el lugar del rodaje, en Piñeiros

16 nov 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Alegra se movía ayer como pez en el agua. Es la protagonista del cortometraje titulado A nena que tiña unha soa orella, una adaptación animada al cine de un cuento de Lucía Etxebarría. La pequeña actriz, en realidad, es la hija de la autora, y ayer acompañó a su madre en un recorrido por el taller en el que se produce la película. Allí conoció a la «Alegra de dibujo», como apuntaba un miembro del equipo de Rubén Coca. El ferrolano es el productor de ese cortometraje, financiado por la Xunta y con aportaciones por igual de los ayuntamientos vecinos de Ferrol y Narón.

De hecho, las dos concejalas del área, Mercedes Carbajales, por un lado, y Manuela Pérez Sequeiros, por el otro, no hicieron más que deshacerse en halagos durante toda la visita. «De este cuento se desprenden cantidad de lecciones», explicaba ayer la edila de Cultura de Ferrol. Eso fue uno de los factores determinantes para mostrar su apoyo económico (con una subvención de 6.000 euros) al proyecto. Pero lo que «más encantada» le dejó fue «la colaboración con Narón, que es algo inaudito».

En efecto, su homóloga en el municipio vecino reconoció eso y definió el apoyo intermunicipal (Narón aporta la misma cantidad, y ofrece su ayuda en cuestiones de intendencia) como «un exemplo de como usar os recursos en conxunto». Y es que ayer sentaron las bases para trabajar «codo con codo» en este tipo de aspectos de índole cultural.

Alegra, ajena a la cuestión política, juega con las maquetas construidas para el rodaje. Se pone el mandilón y pinta sobre un papel en blanco ante la atenta mirada de su madre. Lucía Etxebarría, por su parte, no oculta su sorpresa por cómo va tomando forma la artesanía del director venezolano Álvaro León sobre los dibujos de Víctor Coyote. Y es que, en palabras de este último, «una adaptación debe ser algo para entrar a saco». Claro que, la autora promete no quejarse con el resultado porque, visto lo visto, «promete».