Las necesidades más importantes del centro de salud de As Pontes también fueron objeto de debate, aunque en el fondo todos los grupos opinaban lo mismo. Susana Vilaboy sacó a relucir las carencias de la villa en materia sanitaria. Explicó que hace falta un servicio de radiología, una segunda pediatra, un higienista bucal y reforzar el servicio de fisioterapia por las listas de espera que llegan a un año. El concejal de Servizos Sociais, José Alén, informó de que ya habían tenido contactos con la Consellería de Sanidade y que volverán a mantener una reunión próximamente. «Reclamamos un hixienista bucal a tempo completo, un fisioterapeuta máis, unha praza en enfermería e unha pediatra, pero neste último asunto estamos por debaixo da ratio. Ademais, o Sergas ten falla de especialistas», señaló.
Las argumentaciones se convirtieron en un debate sobre qué partido estaba haciendo un discurso político y cuál luchaba por el bienestar social. Al final, el BNG instó al gobierno a informar a los vecinos sobre las gestiones que se hacen y le mostró su apoyo, porque «neste pobo, sobre todo en materia de sanidade, sempre se conseguiron as cousas traballando todos xuntos».
El momento de mayor crispación surgió al respecto de la solicitud que había hecho el BNG de un grupo electrógeno y que todavía no llegó. Montse García señaló que ese equipo había estado «aparcado» en Ferrol porque nadie lo había reclamado, pero que llegaría en las próximas semanas. Además, señaló que ni ella ni Alén habían tenido constancia de dicha petición. Vilaboy consideró ese comentario como una falta de responsabilidad y de respeto, ya que el BNG pidió por escrito en varias ocasiones reunirse con el PSOE para informar de asuntos pendientes y que el traspaso de poderes tuviera la menor repercusión en la vida de los vecinos.