Los militares son la institución que más confianza suscita y los políticos, la que menos

R. Gorriarán MADRID/COLPISA.

ESPAÑA

El barómetro del CIS constata que la mayoría de los ciudadanos piensan que debe reformarse la Constitución

10 dic 2010 . Actualizado a las 12:31 h.

España no confía en sus instituciones. En una escala de 0 (desconfianza total) a 10 (confianza total), solo dos generan certidumbre entre los ciudadanos, la monarquía y las Fuerzas Armadas, y tampoco es ilimitada, aunque al menos aprueban. El último barómetro del CIS señala que la institución que despierta más confianza es la castrense, con un 5,71, seguida de la Casa Real (5,36). El resto suscita desconfianza, y los que más son los partidos, que promedian apenas un 2,88. Es indudable que en la buena valoración que reciben las Fuerzas Armadas incide su papel de agente de paz internacional y su presencia en las situaciones de emergencia, ya sea por catástrofes naturales u otra causa. El estudio no recoge la intervención en el conflicto de los controladores aéreos porque el sondeo fue efectuado entre el 3 y el 11 de noviembre. Quienes más confían en estos uniformados son los votantes del PP, cuya fe alcanza una nota media de 6,68, los simpatizantes del PSOE se quedan en 5,99, y los de IU desconfían (3,58). Algo similar ocurre con la monarquía.

La situación se da la vuelta con la institución más denostada, los partidos. Los votantes del PSOE tienen más fe que el resto en estas organizaciones, a las que dan una nota de 3,36, por encima de la media (los del PP, 2,97; y los de IU, 2,92). La segunda institución que más recelos despierta es el Gobierno (3,52) y la tercera, la Iglesia católica (3,68). Las demás también están instaladas en el suspenso. Así, el Gobierno autónomo recibe una valoración de 4,41; el Parlamento autónomo, 4,35; el Tribunal Constitucional, 4,32; el Defensor del Pueblo, 4,64; los medios de comunicación, 4,58; el Poder Judicial, 4,13; y las Cortes, 4,01.

Esta desafección institucional no se corresponde con el grado de satisfacción de la democracia. La mayoría, el 50,7%, está satisfecha en mayor o menor grado, mientras que el 47,1% dice estar insatisfecho. Los ciudadanos también creen que la española es una democracia asimilable con las del resto de la UE.

Un caso paradójico es el de la Constitución. Es una desconocida para la mayoría, y esa mayoría sostiene, sin embargo, que hay que reformarla pese a que son más a los que satisface. Una combinación de impresiones difícil de explicar. El 57,5% confiesan conocer muy poco o casi nada del texto. Pese a esta ignorancia, el 45,8% afirman estar bastante o muy satisfechos, y un 39,1%, que poco o nada. Y de nuevo, a pesar de esta conformidad, el 54,1% piden una reforma frente al 24,7% que la creen improcedente. Qué es lo que hay que cambiar. La opción más extendida es la de no se sabe qué se debe modificar. En lo concreto, la reforma que más partidarios tiene es la de la Justicia (9,7%), seguida del sistema autonómico (6,9%).