Patxi López se compromete como lendakari a normalizar el País Vasco

Ramón Gorriarán

ESPAÑA

Anuncia que su máxima prioridad será luchar día a día para acabar con ETA y deslegitimar la violencia terrorista

06 may 2009 . Actualizado a las 03:32 h.

El socialista Patxi López fue investido lendakari del Gobierno vasco con los 39 votos previstos: los 25 de su partido, los 13 del PP y uno de Unión Progreso y Democracia (UPyD). El candidato del PSE ofreció una y otra vez en su discurso de investidura consenso, diálogo y pacto. Pero esa oferta tuvo como destinatario prioritario al PNV, una deferencia que no tuvo con los populares, los que han hecho posible su investidura y a los que se limitó a «agradecer expresamente» su respaldo. Fue su forma de demostrar que su compromiso de huir de la política frentista es serio y no una fórmula retórica.

Por primera vez en la historia, el Parlamento vasco invistió lendakari a un candidato no nacionalista, socialista para más señas. Patxi López lo consiguió con el discurso que ha mantenido desde que asumió el liderazgo del PSE hace nueve años: diálogo, pacto y consenso para construir el País Vasco «entre todos» y enterrar «los viejos discursos separadores de los nuestros y los otros». Ha llegado la hora, proclamó, de hablar de «nosotros».

En una larga intervención de hora y media, Patxi López desgranó un plan de gobierno construido con el cemento de «la voluntad de convivir, de superar nuestras legítimas diferencias y de llegar a acuerdos». Para crear ese clima es necesario que «podamos convivir sin renunciar cada uno a su elección» y sin «imponer» nada a nadie.

Convivencia

Se trata, precisó, de que «los socialistas, los nacionalistas o los que no sean ni lo uno ni lo otro» reivindiquen sus valores sin agresiones a los otros. Y, aunque parezca una obviedad, garantizó que su Gobierno impulsará la convivencia normalizada y nunca propondrá «un modelo oficial de qué ser y cómo ser», algo que, en su opinión, el Ejecutivo de Juan José Ibarretxe buscó al identificar vasco con nacionalista.

El líder socialista ofreció su «mano tendida» para pactar todos los grupos parlamentarios y agentes sociales, pero «con particular énfasis» al PNV, que será «el principal partido de la oposición». Este guiño no fue óbice para que López clavara algún rejón a la estrategia soberanista de los nacionalistas. «No tengo intención -dijo- de vender frustraciones a este país como si fueran trofeos políticos, no convertiré el desacuerdo con el Gobierno de España en motivo de orgullo ideológico». Se refería al rechazo del plan Ibarretxe por el Congreso y de la anulación del referendo por el Tribunal Constitucional, reveses que Ibarretxe presentó como prueba de la inquina del resto de España hacia el País Vasco.

La lucha antiterrorista, subrayó, «será mi primera obligación, mi primer empeño», y en esa tarea «seré el primer lendakari que estará día a día frente a ETA». Pero no quiere estar solo en ese reto y reclamó «el apoyo» del Parlamento vasco para «diseñar una estrategia antiterrorista compartida por todos».

Este combate irá acompañado de la «necesaria deslegitimación social en todos los ámbitos» de ETA y sus grupos afines. Recordó que su futuro ejecutivo «ha sido expresamente amenazado» en el último comunicado de la banda, pero será una coacción en vano porque no permitirá que un «Gobierno legítimo sea chantajeado» por unos terroristas.