Fue uno de los pioneros de las fusiones bancarias al patrocinar la unión con el Hispanoamericano.
17 may 2010 . Actualizado a las 12:15 h.El ex presidente del Banco Central Alfonso Escámez murió hoy a los 94 años de edad a causa de una complicación cerebral que sufrió hace apenas dos semanas. Pionero de las fusiones bancarias, Escámez es el prototipo del hombre que asciende en la escala social de modo fulgurante. No en vano, comenzó de botones con doce años en Banco Internacional de Comercio, entidad que fue absorbida por el Central. En pugna con 'Los Albertos', que pretendían hacerse con el rumbo del Central, Escámez aceleró la fusión con el Banco Hispanoamericano para deshacerse de la pareja de financieros. En un escenario en que los siete grandes bancos respetaban sus respectivos terrenos acotados, Escámez se adelantó a su tiempo al propiciar la fusión con el Hipanoamericano en 1991. De la entidad resultante, el Banco Central Hispanoamericano (BCH), salió elegido presidente Alfonso Escámez hasta 1992, cuando fue reemplazado por José María Amusátegui. Tras dejar la presidencia del BCH, el 11 de noviembre de 1993 fue nombrado presidente de honor de la entidad y del patronato de la fundación.
Escámez, marqués de Águilas, encontró la muerte en su casa. Su cadáver será trasladado en las próximas horas al tanatorio de La Paz, cercano a la localidad madrileña de Tres Cantos, donde quedará instalada la capilla ardiente. El martes está previsto que sea enterrado en su localidad natal, Águilas (Murcia), en el panteón familiar.
Bajo su presidencia, a la que llegó en 1973, Escámez consiguió colocar al Banco Central como primer grupo financiero del país cuando adquirió el Banco Ibérico. Fue un decidido promotor de la expansión internacional de la entidad, proceso que se empezó a gestar en la década de los 60, cuando comenzaron a comprarse las primeras filiales en América Latina y Estados Unidos. La proyección internacional del Central adquirió carta de naturaleza cuando sus acciones cotizaron en Wall Street.
En paralelo, impulsó el grupo industrial del grupo, cuya joya era por aquel entonces la petrolera CEPSA, de la que fue presidente en 1984.
Al frente del Central tuvo que ejecutar la reestructuración del sector bancario de mediados de los 80 y el fallido proceso de fusión con el Banesto, que se ensayó sin éxito en mayo del 1988. Su encarnizado enfrentamiento con 'Los Albertos', (Alberto Cortina y su primo Alberto Alcocer), le llevó a evitar a toda costa que se hicieran con el control del banco a través de la tenencia de un 30% de las acciones. Para frustrar las ambiciones de 'Los Albertos' suscribió en mayo de 1990 un acuerdo con las hermanas Koplowitz, junto cuando éstas se divorciaron de los financieros.
En mayo de 1991 materializó con José María Amusátegui, presidente del Banco Hispanoamericano, el protocolo de fusión de ambas entidades, que concluyó el 27 de diciembre de ese mismo año con la constitución del Banco Central Hispanoamericano (BCH).
A Escámez le llegó a salpicar el escándalo Filesa, el caso de financiación ilegal del PSOE. Finalmente fue exculpado de los cargos que se le imputaban, aunque no pudo eludir el trámite enojoso de declarar sobre el asunto en septiembre de 1997.
ETA intentó matarle el 27 de junio de 1995 con una carta-bomba dirigida a su nombre y que explotó en Correos, causando heridas al cartero que la manipulaba. Fue uno de los precursores de la colaboración entre la universidad y la empresa mediante la financiación de actividades de la Universidad Complutense.
El banquero estuvo casado con Aurelia Torres Pomatta, quien falleció el 30 de agosto de 1997.