Cómo el despilfarro y el clientelismo minaron la economía griega

Helene Colliopoulou

ECONOMÍA

03 may 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La falta de transparencia y el clientelismo, problemas endémicos de Grecia, han fomentado la corrupción y el despilfarro de los fondos públicos y europeos, lo que ha contribuido a hundir al país en la crisis sin precedentes que atraviesa, según los analistas.

«Hay una importante falta de transparencia en la gestión de los fondos nacionales y las subvenciones europeas, a menudo desviadas de sus objetivos iniciales», afirma el politólogo Vassiliki Georgiadou. Grecia, miembro de la Unión Europea (UE) desde 1981 y de la zona euro desde el 2001, es un país que ha disfrutado durante tres décadas de las subvenciones europeas.

Hasta el 2005, esos fondos representaban en promedio anual el 4% del PIB del país. Luego, los montos se fueron reduciendo y las subvenciones ascienden hoy a un 1,5% del PIB anual. En 30 años, Grecia recibió más de 240.000 millones de euros en ayudas de la UE: el equivalente del PIB griego en el 2010.? Sin embargo, según varios expertos, la asignación y gestión de esos fondos han tenido más que ver con motivaciones clientelistas que con criterios de eficiencia económica. El dinero europeo «no se administró con racionalidad», y en vez de ir a «fortalecer la competitividad y la productividad» fue «destinado al consumo y al sobreconsumo», dice Georgiadou.

Escándalos financieros

Los años ochenta y noventa estuvieron marcados por varios escándalos: las subvenciones de la UE a los agricultores para la compra de coches de lujo o la renovación de sus viviendas, sin olvidar la contratación de parientes de algunos directores de centros de formación financiados por UE. Algunos organismos públicos terminaron por revelarse como lo que eran: entidades con fines dudosos.

El ejemplo más reciente fue sacado a la luz hace una semana por los medios: un centro público de danza y teatro, cuyos gastos de funcionamiento representan un tercio del dinero que se supone debe redistribuir para realizar actividades culturales.

Según George Pagoulatos, profesor de economía en la Universidad de Atenas, el despilfarro y la corrupción se explican en parte por una especie de «tolerancia» en la sociedad griega.