Salgado se calla ante el Senado el riesgo de «recaída» de la economía

Natalia Bore

ECONOMÍA

La polémica se disparó después de que la ministra no leyera en su comparecencia la frase que incluía su discurso

09 oct 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

La comparecencia de la vicepresidenta segunda y ministra de Economía, Elena Salgado, ayer ante el Senado ha vuelto a abrir la caja de los truenos. En esta ocasión el centro de la polémica ha sido una afirmación que recogía el texto del discurso ?-facilitado a los medios de comunicación, como es habitual, por el departamento de prensa del ministerio- en el que se advertía que «aún quedan por delante momentos difíciles, especialmente en lo que afecta al desempleo, y habrá que afrontar retos exigentes, no pudiendo descartar alguna recaída».

La parte final de tal aseveración, la relativa a la recaída, no fue finalmente pronunciada por la ministra, que atribuyó después a una «errata» esas dudas sobre la posibilidad de un empeoramiento de la economía nacional. Salgado quiso explicar así la omisión de la citada frase, que «se habrá colado» de algún otro párrafo, dijo. Además, trató de quitarle importancia asegurando que ella no puede controlar «las copias de los documentos».?

Ocultación o error

Aunque Salgado negó tan polémico diagnóstico sobre el futuro, asegurando que ni el PIB ni el empleo sufrirán un retroceso, la duda sobre si el Gobierno está ocultando la situación real de la economía -pese a su mensaje mantenido de que «lo peor ya ha pasado»- se ha vuelto a instalar en el imaginario colectivo.

Pero, al margen de la omisión, la ministra defendió en la Comisión de Economía y Hacienda del Senado los Presupuestos diseñados por su departamento para el próximo año, así como la subida de impuestos prevista, a la que calificó de «extraordinariamente moderada» frente a las críticas que recibió de todos los grupos.

Admitió también que, en contra del mensaje inicial del Ejecutivo, son las clases medias las que asumirán el grueso de la subida tributaria, pues -según señaló- «no es posible hacer una modificación fiscal con la que poder incrementar los ingresos en un porcentaje significativo atendiendo solo a las capas más altas». En este sentido, apostilló que el 90% de los españoles pertenecen «afortunadamente» a las clases medias.

En relación con los impuestos, cuya subida negó que fuera «regresiva», como los grupos de la oposición califican el incremento del IVA, Salgado destacó la necesidad de crear una conciencia fiscal en la ciudadanía. «Es una lección importante que hay que aprender», sentenció, al respecto de que son los países con mayores impuestos los que menos fraude tributario padecen, al tener también una mayor «conciencia» de que son «necesarios» y que es «obligatorio» su pago.

Sobre el diálogo social, cuya necesaria reactivación fue planteada por los grupos, la vicepresidenta señaló que sería deseable que tal cosa ocurriera, pues es preciso consensuar medidas que impulsen el mercado laboral y reduzcan las elevadas tasas de temporalidad que existen.

Sin el apoyo del BNG

Como ya ocurriera en el Congreso, Salgado tuvo que encajar una crítica tras otra por parte de los portavoces de las formaciones. Así, Xosé Manuel Pérez Bouza, del BNG, tachó de «errática» la política fiscal del Ejecutivo y le advirtió a la ministra que, de no haber cambios en ella, «será muy difícil» un acuerdo sobre los Presupuestos del 2010.

Pérez Bouza apostó por crear un impuesto que sustituya al de patrimonio, tras enumerar lo que los nacionalistas consideran «errores» del Gobierno en materia fiscal: desde el electoralismo de la deducción de los 400 euros al incremento del IVA y la «poco ambiciosa» reforma sobre las rentas del capital.

Para el Partido Popular, el Presupuesto «no es creíble». CiU , por su parte, insistió en reclamar que se recupere el diálogo social.