Las últimas muertes en carretera en Agolada sitúan la accidentalidad en la provincia en niveles del 2009
DEZA
Tras un buen comienzo de año, con «un 20% de fallecidos menos que el año pasado», llegó marzo, «un mes crítico, con siete muertes cuando en años anteriores era dos o tres». De este modo, la jefa provincial de Tráfico, María Victoria Gómez, reconoció que las últimas vidas perdidas en las carreteras pontevedresas han situado la accidentalidad mortal en quince óbitos, la misma cifra que se registraba el año pasado por estas fechas. Entre esos últimos fallecidos en las carreteras se encuentran los tres inmigrantes que perecieron el pasado martes en un accidente ocurrido en la N-640 en Ponte Vilariño, en Agolada.
Asimismo, la jefa de Tráfico anunció que «vamos a abandonar el criterio punto negro y el que se generaliza es el que utiliza Fomento, que es tramo de concentración de accidentes», en alusión al lugar donde murieron los dos jóvenes rumanos y el marroquí en Ponte Vilariño.
En cualquier caso, Gómez Dobarro quiso desmentir la idea de que por la crisis haya más vehículos sin pasar la ITV o sin seguro: «Hay denuncias por seguro, por supuesto, como las hay por el tema de la ITV pero no son datos que nos llamen la atención».
Esta pasada Semana Santa, las alarmas se encendieron en Tráfico al comprobar que, nuevamente, las campañas para no conjugar alcohol y volante parecían que no tienen sentido en Pontevedra. tiene que coger el coche. A lo largo de nueve días de Semana Santa se contabilizaron en las carreteras provinciales cerca de 250 positivos, de los que 220 se saldaron con denuncias administrativas y el resto se tramitarán por vía judicial.