La plantilla del Vigo Stick se siente traicionada por Míchel Salgado

VIGO

«Será el supuesto presidente pero ni apareció ni cumplió sus promesas», denuncia Chirola Uribe tras abandonar el club

30 oct 2009 . Actualizado a las 11:58 h.

El Vigo Stick se desploma. Carne de cañón. El pasado 2 de febrero Míchel Salgado se presentaba como nuevo presidente en un acto por todo lo alto. Prometía hacerse cargo de la deuda que arrastraba la plantilla y elaborar un proyecto ambicioso para retornar a la élite. Han pasado nueve meses y ni rastro.

En verano se fueron varios jugadores importantes, hartos de promesas incumplidas. El Vigo anunciaba la contratación del chileno Nico Fernández y de Marcelo -Chirola- Uribe como refuerzos. La pretemporada estuvo llena de sobresaltos y, nada más comenzar la competición, el plantel estalló.

Primero fue el guardameta Pere Antón el que anunció que se marchaba harto de mentiras. No aguantaba más. Y ahora los dos últimos fichajes han seguido su camino. «Me siento engañado, no he tenido ni el más mínimo contacto con Míchel Salgado ni con sus allegados. Será el supuesto presidente pero ni ha aparecido ni ha cumplido sus promesas» denuncia Chirola.

La rueda de prensa estelar del futbolista fue la primera y última noticia para el plantel de la supuesta nueva directiva. «No sé cuál es la estructura del Vigo. Enrique Urdiales lo es todo. Hace de presidente, de entrenador, reparte el dinero y hasta las botellas de agua... El club se llama Enrique Urdiales y fuera de ahí no existe nada, todo está sostenido por él», mantiene el argentino.

«Tapan una mentira con otra»

Los jugadores demandaron noticias una y otra vez sobre el nuevo mandatario pero sin resultado. «Un día apareció un tipo que decía ser allegado suyo por el entrenamiento para decirnos que Míchel estaba al tanto de todo. ¿Al tanto de qué?, nos preguntábamos. No hemos vuelto a saber nada más. Solo tapan una mentira con otra».

Los meses pasan y el dinero sigue sin llegar. El equipo cierra la tabla y la plantilla se descompone. «Había cinco jugadores a los que se les debe su dinero del año pasado. La situación es insostenible. Una reunión, luego otra, después otra. Realmente nos pasamos más tiempo reunidos que entrenando», reconoce Marcelo Uribe.

«Esto va a explotar pronto»

La crisis amenaza con llevarse por delante al club. «Esto va a explotar pronto si es que no ha explotado ya. No hay garantías de nada. Es una pena porque Vigo se merece otra cosa pero es impensable que puedan pelear por nada así. Nunca en mi vida había visto o me habían contado algo parecido. En solo un mes y medio te das cuenta de que es imposible que de aquí salga algo bueno», admite el jugador tras anunciar su despedida.