De la kriptonita a Darth Vader

Javier Becerra
Javier becerra A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

La Fundación Caixa Galicia reúne un centenar de objetos del cine fantástico

29 jul 2011 . Actualizado a las 12:03 h.

De la afición al coleccionismo hay un paso. En el cine, los muy seguidores normalmente reúnen películas, fotografías, artículos de prensa o libros. Pero algunos van más allá. Es el caso de Maite Mínguez Ricart, cofundadora de Manga Films y una de las coleccionistas de objetos cinematográficos más importantes del mundo. De la extensa colección que posee -1.840 piezas, muchas de ellas de Marilyn Monroe-, ha seleccionado un centenar dentro de Viaje fantástico ExpoSyfy, que como su propio nombre indica se centra en el cine fantástico y de terror.

Desde ayer y hasta el 30 de agosto está abierta esta muestra en la Fundación Caixa Galicia. Allí se pueden contemplar objetos de películas míticas como Superman, Regreso al futuro, El planeta de los simios, Scream, Pesadilla en Elm Street o Star Wars. Se trata, en su gran mayoría, de filmes del siglo XX. La coleccionista considera que después «se ha perdido la magia». Como ejemplo alude a la maqueta de la estación de combate Estrella de la Muerte de La guerra de las galaxias: «Parece imposible que algo tan pequeño lo viésemos, luego en la pantalla, como algo tan enorme». También al famoso condensador de fluzo de Regreso al futuro: «Los amantes de esa película lo ven aquí y se preguntan: ¿esta batidora es lo que sale aquí?».

Devota de Tim Burton, Maite Mínguez destaca el alto valor económico de dos piezas: una de las manos de cuchillas que usaba Edward en Eduardo Manostijeras y la máscara de Scream. «Nos costaron más que otras piezas, porque en la subasta hubo más gente pujando», aclara. Precisamente en ese terreno es donde logra ir incrementando una colección que empezó con el guion de E.T.

«Nos hemos movido mucho para conseguir estos objetos. Gracias al trabajo que tenemos, hemos podido viajar a Los Ángeles, Nueva York y allá donde se pueden conseguir las cosas», dice la empresaria. La cosa llegó a un punto en que ahora los buscan: «Hay empresas que incluso nos regalan los objetos, porque ya nos conocen y saben nuestra deformación profesional. Yo, cuando veo una película, me fijo en los objetos para ver cuál puede estar dentro de la colección. No siempre puedo, pero lo intento», se ríe.