El nuevo portavoz de los arquitectos aboga por poner trabas a la doble fila
20 jun 2011 . Actualizado a las 11:35 h.Con un segundo apellido ilustre, José Manuel López Mihura no siguió los pasos de su tío abuelo, el famoso escritor de nombre Miguel, y ha volcado su vena artística en la arquitectura. Desde hace poco más de un mes preside la delegación del colegio de arquitectos coruñés, a donde acude desde su trabajo como arquitecto en el Chuac en una de sus pasiones: la bicicleta. Toda una declaración de intenciones para un presidente de los arquitectos que demanda de los políticos un criterio urbanístico que defienda transportes sostenibles como las dos ruedas y los autobuses. Con estos mimbres de pensamiento, una pequeña bicicleta se ha convertido en el transporte diario de la voz que el colectivo de arquitectos coruñeses ha elegido para hacerse oír mejor.
-¿El coche es el enemigo?
-Habría que poner trabas a la doble fila y al aparcamiento de coches. Habría que difundir la cultura del transporte público. Un deber de los gobernantes es educar al pueblo. Crear cultura de bicicleta pasa por potenciar el carril bici e incluso el alquiler de este transporte.
-En este tema, el nuevo gobierno municipal tiene promesas como potenciar el carril bici y suprimir el carril bus en algunas calles.
-Me gustaría pensar que antes de suprimir un logro como el carril bus, lo estudiarán. Gracias a medidas como esa se consiguieron determinadas frecuencias de autobuses.
-Quizá el parón en la construcción de nuevas viviendas ayude a detener también el crecimiento del parque móvil. ¿Qué le recomendaría a los arquitectos jóvenes para encontrar trabajo tal como está el panorama inmobiliario?
-Los arquitectos no solamente se deben dedicar a la construcción. Hay sectores como el diseño, el interiorismo, las escenografías, crear platós televisivos... En países como Suecia o Finlandia el papel del arquitecto es una especie de hacedor de todo, ya sea a gran escala como puede ser el urbanismo, o a pequeña escala, como el diseño de mobiliario.
-¿Cuándo cree que se recuperará el sector de la construcción?
-Cuando hablas con promotores te dicen en cinco o en diez años, pero yo creo que no volverá a ser lo que ha sido. A Dios gracias. Hay más pisos vacíos que gente que quiere pisos. Esta crisis del ladrillo le ha venido muy bien a la costa y al rural gallego. Porque después del destrozo que se había hecho en el Mediterráneo, le iba a tocar a Galicia.
-Este bum de edificaciones también ha puesto de moda la arquitectura. Ahora la gente tiene opinión sobre los diseños arquitectónicos.
-Eso está bien, porque lleva a que la gente se informe. El punto de inflexión fue el Guggenheim, y todos los alcaldes querían tener su Guggenheim. Pero eso se refiere a los arquitectos del star-system, que pueden ser alabados o denostados como si fuesen cantantes de rock. Luego hay otra arquitectura que hace ciudad, y ahí hay muchos proyectos presionados por la especulación que no han salido bien.
-Ahí están algunos barrios de A Coruña que se realizaron en épocas de fiebre constructora que ahora son malos ejemplos.
-Son intentos de ir más allá en la edificación, incluso a través de trampas, para conseguir más rentabilidad. Así se ven luego edificios de bajo más cinco plantas en medio de una zona totalmente rural.
josé manuel lópez mihura presidente del colegio de arquitectos de a coruña
-Pero sectores como el pequeño comercio del centro no quieren oír hablar del carril bus.
-Creo que el problema del comercio no es el bus urbano. Puede crear sus incomodidades, pero no es el problema del comercio. Si la nueva corporación elimina el carril bus de alguna calle no creo que vayan a vender más en esos lugares.
-Lo que está claro es que la movilidad es uno de los grandes problemas de la ciudad.
-Me gustaría pensar que la nueva corporación apostará por el transporte público y no por el coche y la doble fila. Hay cosas que porque las hayan hecho los anteriores gobernantes necesariamente están mal. Hay logros que se deberían mantener.
-¿Qué retos urbanísticos tiene este nuevo gobierno?
-Las ciudades quedan definidas por sus planes urbanísticos. El plan de 1998 era nefasto. Estaba lleno de trampas, indefiniciones, vericuetos y que se iba saltando sobre la marcha. Ahora tenemos un plan con una calidad técnica incuestionable, que puede tener defectos pero que se pueden ir subsanando. Este plan parte de un est