A un Pedro Mariño le sale una joroba de tres pisos

Gabriel Lemos A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

La obra, que cuenta con los permisos del Ayuntamiento, cambia la fisonomía de una pieza del histórico arquitecto

28 ene 2011 . Actualizado a las 15:02 h.

Este año se cumplirán 80 años de su muerte, pero los edificios de Pedro Mariño, uno de los históricos arquitectos municipales de A Coruña, siguen evolucionando. En qué sentido lo podrá juzgar el que pase estos días por la calle Marqués de Amboage. En el número 7 se alza uno de los bloques que Mariño levantó en el segundo ensanche coruñés y que ahora está en pleno proceso de rehabilitación.

El proyecto de reforma se ha aprovechado para ganar espacio en el edificio, con un añadido de tres plantas diseñado con un estilo notablemente diferente al que imprimió Pedro Mariño a la estructura original del inmueble. Pero no es el único cambio en el bloque, tomado por un nutrido grupo de operarios que están rehabilitando una fachada histórica que en los últimos años presentaba un aspecto de claro abandono, engalanada por los grafitis y con la pintura ennegrecida por falta de conservación. Ahora luce una capa color beige mucho más vistosa, al tiempo que se han reparado las ventanas, los balcones y el resto de los elementos exteriores del inmueble.

Inmueble en venta

El lavado de cara tiene un motivo. Los cinco pisos con los que cuenta el inmueble están en el mercado a la espera de comprador y, tal y como está el mercado inmobiliario, no lo están teniendo fácil. A los descuentos especiales que se ofertaron en noviembre y diciembre para espolear las ventas se le suma ahora un descuento del 9% para dar salida a las viviendas de «un edificio histórico completamente rehabilitado», como se anuncia la promoción en los portales de Internet especializados en la venta de vivienda.

Permisos en regla

Pese a lo aparatoso del añadido, la obra cuenta con todos los permisos municipales. De hecho, a la licencia expedida en su día se le concedió una prórroga por la demora de los trabajos, que aún se están finalizando con los retoques a los interiores. Desde el departamento de Urbanismo solo se ha reclamado a los promotores de la reforma el proyecto de dirección de obra para chequear que la reforma se ha realizado siguiendo los requisitos que se contemplaban en la licencia. Según la información que recoge el portal virtual del Catastro, de los 613 metros cuadrados de los que se compone el inmueble, 125 están reservados a uso hotelero y otros 488 a residencial.

Una manzana de ilustres

La reforma llama la atención en una manzana plagada de edificios con solera. Muchos de ellos salieron del lápiz del propio Pedro Mariño, que vivió durante años en esta calle junto a su familia, y otros pertenecen al arquitecto y compositor Eduardo Rodríguez-Losada Rebellón, coetáneo de Mariño.