«¡Hej A Coruña!»

E. Mouzo? / ?M. Castrillo A CORUÑA/LA VOZ.

A CORUÑA

El buque escuela sueco «HMS Falken» arribó al puerto por una avería en la máquina causada por el gasoil.

24 sep 2010 . Actualizado a las 11:32 h.

El buque escuela HMS Falken , de la Armada de Suecia, se vio obligado a arribar al puerto de A Coruña debido a un problema en su máquina de propulsión.

El navío, de dos mástiles, zarpó de Londres con rumbo a distintos puertos del Atlántico y del Mediterráneo con el objetivo de preparar a 24 cadetes de la marina sueca. En la dársena inglesa el buque se avitualló de combustible, gasoil, con tan mala suerte que el hidrocarburo contenía contaminantes en forma de partículas que obturaron los filtros de la maquina.

Y a pesar de que el HMS Falken intenta hacer su travesía a vela, el motor es indispensable para realizar una navegación segura. Por ello el comandante de la nave decidió corregir el problema en el puerto coruñés. Con esta decisión también permite el descanso de la tripulación, incluidos los ocho oficiales que configuran la dotación del navío, además del avituallamiento de víveres.

«Ciudad hermosa »

A la tripulación del HMS Falken no le importó lo más mínimo que en su cuaderno de bitácora se tuviese que añadir a última hora que el buque escuela debía entrar en el puerto de A Coruña.

«Esta ciudad es extraordinaria. Es muy hermosa. Su gente es muy amable, y sus tapas exquisitas», comentó Emiliano Rojas Mollón, uno de los cadetes del buque escuela. De la misma forma se pronunció Yoatzim Alonso López, el jefe de cocina del HMS Falken .

Los apellidos de estos dos hombres contrastan con los nombres germánicos de sus compañeros. «Mi padre emigró de Chile durante la dictadura de Pinochet, y mi madre lo hizo desde Argentina por el golpe militar. En Suecia se conocieron y aquí estoy yo», contó Rojas. Los padres de López, como le llaman a bordo del HMS Falken , son ambos chilenos y también tuvieron que emigrar a Suecia «por estar en desacuerdo con Pinochet», indicó.

En A Coruña los verdaderos comandantes del buque escuela sueco son Rojas y López. Ellos son los cicerones de sus compañeros de navegación. Y bien que lo hacen, según comentan el resto de miembros de la tripulación. Sus visitas a la Cova Céltica no pasaron desapercibidas para los demás clientes debido a su extraordinario comportamiento «y a la buenas propinas que dejan».