Los niños son expertos en poner excusas cuando suspenden un examen. Quién no ha utilizado el legendario y muchas veces injusto «es que el profe me tiene manía» después de recibir un cate. Los políticos han perfeccionado el arte del escapismo -muy de actualidad en A Coruña, pues pronto se celebrará la Semana Internacional de Ilusionismo-, pero es peor, porque se supone que no deberían andar, a estar alturas, con mentirijillas. Y, al menos, los chavales no prometen un 9 cuando saben a ciencia cierta que les van a quedar cinco para septiembre. Claro que los escolares saben que la bronca de papá y mamá va a ser más dura y, en cambio, los políticos, que ya viven sus vidas de forma independiente, solo se enfrentan cada cuatro años al juicio sumarísimo de los electores. Por fortuna para ellos, los votantes suelen ser más generosos que los profesores de las asignaturas denominadas marías.
Una buena forma de comprobar si los políticos han hecho sus deberes es visitar, por estas fechas, justo cuando se elaboran los presupuestos para el 2011, las cuentas del año pasado. El algodón presupuestario no engaña. Dos ejemplos gráficos: los presupuestos de la Xunta incluían para este ejercicio, y no era ni mucho menos el primero, 9 millones de euros para el desarrollo del parque ofimático, 500.000 euros para un estudio sobre el metro ligero, 22 millones para construir la vía Ártabra, o -y van 17 años de promesas- 500.000 euros para conectar la autopista con Alvedro, probablemente la obra sin ejecutar más inexplicable de todas. Por no hablar de la reforma del instituto Eusebio da Guarda...
El Gobierno no le va a la zaga en incumplimientos, empezando por la prolongación del acceso a Langosteira, la conexión ferroviaria, la ampliación de Alvedro, el hace solo unos meses bendito Centro Internacional de Recursos de las Culturas Europeas o la regeneración de la ría de O Burgo. En efecto, ha habido licitaciones, concursos, consignaciones varias, anuncios..., pero ninguno de estos proyectos es realidad.
No son las únicas administraciones que tienen que recuperar asignaturas. Poco o nada se sabe de la integración de A Coruña en el Consorcio, y lo poco que se sabe no es bueno. Poco se sabe del futuro del Parrote, y lo poco que se sabe tampoco es bueno. Y poco se sabe, por ejemplo, de las soluciones de choque contra el caos de tráfico, el plan de transporte metropolitano o el proyecto para frenar la caída en picado del pequeño comercio local. La falta de liquidez podría ser una excusa, pero falsa, como acaba de recordar el Consello de Contas. Ni tan siquiera los concellos gastan lo que presupuestan. ¿Incapacidad o dejadez? Habrá que hincar más los codos, porque a su edad no valen excusas del estilo «es que el profe me tiene manía». Este curso, el castigo no es solo quedarse sin postre.