Uno de los monumentos más importantes de Galicia, el de los Mártires de Carral, se ha quedado huérfano de planos. Los originales que debían descansar en el archivo municipal llevan tiempo sospechosamente extraviados o, según indican fuentes del Concello, «seguramente han sido robados».
La voz de alarma la dio el archivero del Ayuntamiento, Rodrigo Bonome, quien asegura que los planos tienen una carpeta esperándolos en las dependencias municipales. «Se trata de una carpeta marrón, de las antiguas, en cuya portada decía que allí estaban los planos originales del monumento a los Mártires», indica el joven archivero. Fue él quien abrió la carpeta en el 2005, y comprobó que allí había documentos de todo tipo, menos los que anunciaba la carpeta. «Lo que había principalmente eran papeles que aludían al suministro de agua de los años 60 en la localidad», indica Bonome quien, después de una ingente labor de búsqueda y organización del archivo, garantiza que allí no hay rastro de los planos.
Elaborados a principios del siglo XX por Juan de Mendoza, los papeles son el origen del monumento a los fusilados en 1846 por su levantamiento contra el presidente Narváez. Fue inaugurado el 22 de mayo de 1904 en la plaza de A Capela. Cuando ya se conocía la desaparición de los importantes documentos, la Real Academia de la Historia solicitó al Ayuntamiento de Carral los famosos planos para exhibirlos en una exposición. Obviamente la respuesta fue negativa.
No es la única desaparición del archivo. Según señala Rodrigo Bonome, también se echa de menos un plano topográfico del Carral de los años 50. «Curiosamente está el expediente pero no el plano, algo pasa con los planos», indica el archivero, que ha contabilizado casi 1.300 cajas con documentos y expedientes en el archivo municipal. Todos los papeles han sido trasladados recientemente a nuevas dependencias, para evitar la degradación de los legajos, que sufrían los ataques de la humedad y los ratones que hay en el Concello, que fue construido en 1975.
«El robo pudo ser hace diez años o casi un siglo -dice Rodrigo-; el propio archivo muestra documentos en los que las autoridades instan a los funcionarios a devolver documentos del archivo que se han llevado a sus casas».