Tras su fallecimiento, el pintor que restauró a Lucas Giordano tendrá su primera exposición en A Coruña
25 feb 2009 . Actualizado a las 11:26 h.«Todos los veranos queríamos irnos al Levante pero él insistía en que teníamos que venir a Galicia», comentaba Alejandro Datas Medina. Hablaba de su padre, en la reciente presentación del libro sobre Alberto Datas publicado por la Diputación Provincial coruñesa dentro de la colección Grandes Pintores.
Xavier Seoane, autor de la edición de este volumen y de la detallada biografía que abre el mismo, lamentaba que Datas no hubiera podido ver esta obra publicada, ni tampoco la exposición de sus obras que para el próximo mes de abril podrá verse en la Fundación Luis Seoane. «Será a primeira exposición que terá na súa cidade», apuntaba Seoane.
Alejandro Datas recordó que en los últimos meses de vida de su padre, el libro y la exposición fueron las dos principales tareas en las que se centró ya que gracias a ambas iniciativas «mi padre fue consiente de la relevancia que su obra empezaba a tener en el panorama cultural tanto español como gallego».
«Universo Datas»
Alberto Ruiz de Samaniego, director de la Fundación Luis Seoane, explica que la muestra llevará por título Universo Datas 1935-2007 y el comisario de la misma será también Xavier Seoane. Este último evoca las dificultades y numerosas conversaciones con Datas para convencerle de la importancia de su obra, ya que el propio pintor no parecía ser consciente de la misma a pesar de que entre sus tareas estaban algunas tan destacadas como la restauración de las pinturas de Lucas Giordano en el monasterio del Escorial o su presencia habitual en las ferias de Arco.
Seoane sostiene que Datas merecía un mayor reconocimiento, y que debería considerársele, cuando menos, «un dos grandes pintores galegos do século vinte».
También evoca numerosos aspectos de la infancia del pintor en la ciudad, desde su nacimiento en la calle San Andrés, en una casa que tenía en el bajo un negocio con el cartel que decía Bueno, bonito y barato, hasta el accidente que sufrió a los 7 años de edad cuando en la avenida de la Marina fue atropellado por una joven ciclista, Carmen Acuña, de 15 años, y el resultado fue la rotura de una pierna. De la infancia de Alberto Fernando Datas Panero en la ciudad también evoca sus visitas al muro para ayudar a su padre, que tenía un pequeño barco de pesca llamado El Canario, a trasegar la pesca, sobre todo sardina o parrocha.
Pero lo que más destaca Seoane, de un Datas formado en la Escuela de Artes y Oficios Artísticos, son sus numerosos viajes por los países del Mediterráneo y norte de Europa sobre todo durante su estancia, para ampliar estudios, en la Academia Española de Roma a la que accedió en unas durísimas oposiciones.
Desde la óptica de crítico de arte, Xavier Seoane destaca la solidez de la obra de este pintor coruñés que concebía el arte como «unha forma de coñecemento da vida».