Pilar Caravel espera el bus en una de las paradas del pueblo de Mesoiro. Cuando llega el 23 y abre las puertas ya se puede escuchar su enfado: «¿Pero que pasa aquí? !Llevo desde y cuarto esperando!». Son las 12.55, por lo que suma 40 minutos de retraso: «No sé yo si durará mucho esto».
En el bus, que baja de Novo Mesoiro, vienen unas 15 personas. Algunas de ellas acuden de Feáns. Al escuchar las quejas preguntan: «¿Para en la Marina?». «No, no, este se queda en Puerta Real», le contestan. «¿Pero cómo que no? Espera que le pregunto al chófer». Cuando el conductor le indica, que efectivamente, es así, la mujer no oculta su contrariedad: «Vivo en Monte Alto y para ir al cementerio poco más y que tengo que coger tres buses».
«Yo ahora voy al cementerio y pierdo la mañana toda. La gente está que bufa», dice Pilar Barreiro. Ana Souto le acompaña en el lamento: «Suben el precio del billete seis céntimos, pero el servicio no mejora para nada». Un vecino de Mesoiro, Juan Luis Oubel, ofrece la solución: «Haberá que ver o martes como funciona, pero se temos en conta que o problema era que non se mantiña a frecuencia de 20 minutos arranxábase poñendo o 21 cada media hora. Non habería problema ningún cada 20 minutos».