El atasco en Alfonso Molina se formó por la multitud de conductores que frenaron su marcha para ver el fuego
18 dic 2007 . Actualizado a las 10:37 h.La de ayer fue una jornada de atascos en las principales arterias de la ciudad. El más importante lo causó el incendio espontáneo de un coche en la avenida Alfonso Molina. Poco antes de las cinco de la tarde Karina Álvarez entraba en la ciudad y, a la altura de la salida de la autopista, comenzó ver como salía humo del motor de su coche: un Mercedes clase A con la matrícula 5516-BVX. Después de recorrer unos metros más esta conductora tuvo que abandonar a toda prisa su coche porque comenzó a arder. «No sé que pudo pasar, lo tengo desde hace seis años y nunca había dado problemas. Venía de mi casa de El Temple», relató poco después llorosa.
Karina Álvarez aseguró que se llevó un susto de muerte: «Había llamas y humo por todas las esquinas», comentó a los agentes de la Policía Local que se desplazaron hasta la zona, donde también fue necesaria la presencia de una dotación de bomberos que tuvieron que emplearse a fondo para controlar las llamas.
Calcinado
En torno a las cinco y media ya solo quedaba el esqueleto del vehículo, ante el su propietaria desolada y en los alrededores en gran atasco, tanto en dirección entrada a la ciudad, como para salir. Los municipales aseguran que solo hay causas objetivas para explicar el primer embotellamiento: fue necesario cerrar dos carriles al tráfico. Sobre el otro -el registrado en el carril contrario- solo aciertan a decir que pudo deberse a que los conductores aminorasen la velocidad para ver el fuego en el coche. A la misma hora la circulación en el entorno de las áreas comerciales de Cuatro Caminos también estaba colapsada.