Apurando con hilo y aguja

La Voz

CARBALLO

16 feb 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Como siempre por estas fechas, en el taller de Conchita Silva se respira celeridad. Hay apuro para acabar los disfraces encargados porque el tiempo, como siempre, se echa encima. Además, ya es un clásico, muchos de los que participan, seguro, lo dejan para última hora. Conchita Silva ya está acostumbrada y no pierde la sonrisa ni las buenas maneras. Se trabaja de charla y con cariño para un entroido que conocen bien. Por algo ella fue de las que se animó a montar una de las primeras comparsas que participó en el entroido fisterrán, A Boa Vida.

Fueron unos años de diversión y participación en el sarao de las chirigotas locales. Hace ya tiempo que abandonaron la primera fila para meterse en el lugar donde se cocina todo, en la sastrería de la que salen increíbles disfraces confeccionados a mano hasta el último detalle, de esos que duran años y que se guardan como recuerdo en el armario. Nada de usar y tirar.

En esta ocasión están llenando de telas muy coloridas las ropas que vestirán los componentes de A Galería. Conchita ya es su modista oficial. Van de «Burlesque» o, como ella misma define, de «chicas de vida alegre».

Alegre seguro que será la vida, por lo menos un rato, de quien se acerque el día 8 de marzo a Fisterra a ver los disfraces, siempre bien trabajados y, sobre todo, a escuchar las mordaces coplas de los deslenguados fisterráns que ese día hacen de todo menos morderse la sin hueso.

Y eso que todo está permitido en un entroido en el que las comparsas se gastan miles de euros en ropa, sonido y hasta en pirotecnia. Pero más que el dinero, lo que mejor se nota son las muchas horas dedicadas a ensayar cuando las cosas se hacen bien. Los vestidos, por el momento, ya están garantizados.