La polémica en Fisterra a cuenta de los datos que el INE le da al municipio (4.995 para el 2010, perdiendo la categoría de los 5.000) no cesa. Primero fue el candidato del BNG, Modesto Fraga, el que criticó al ejecutivo por «non estar altura das circunstancias» y no haber frenado el bajón. El alcalde, José Manuel Traba, le contestó alegando que en el padrón, a 32 de diciembre, figuran 5.024, aunque será el INE el que determine la cifra en los próximos meses.
Xan García, concejal independiente, antes de Terra Galega, asegura que la situación confirma «o gran fracaso colectivo de Fisterra, dos que cada quen é responsable, e os que gobernan, máis». Al alcalde le pide que si, como dice, ya hay 5.024 vecinos, recurra la cifra oficial, «e iso sempre que as altas se desen en prazo e se tramitasen correctamente». Y el recurso, añade, es necesario, entre otros motivos porque «hai miles de euros que se perden cada ano, o que sae prexudicado é o Concello». A esa pérdida hay que añadir otras que inciden en la bajada de ingresos, y que llevan a que el presupuesto, por ejemplo, baje en medio millóns de euros. «Se isto segue así, Fisterra está a punto de ser inviable economicamente», apunta. Ante eso, señala, o se suben los impuestos o mantiene el endeudamiento, pero no impide que el «fracaso» de un modelo que no ha funcionado, que tuvo su cénit en el bum inmobiliario «con gastos que se lle cargan aos veciños». Cita las casas y pisos construidos y no habitadas «que non pagan o lixo, pero teñen alumeado, e agora, ademais, cos bombeos do saneamento vai ser impresionante».
Cree que muchos vecinos de Fisterra se empadronan en otros municipios limítrofes porque en ellos tienen servicios de los que carecen en su localidad.