Las autoridades impiden el acceso a las antenas del Cabo Fisterra para evitar percances

La Voz CARBALLO/LA VOZ.

A CORUÑA CIUDAD

Los peregrinos ya no podrán colgar sus viejos atuendos en varios postes

08 nov 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Después de diversas reuniones para tratar de buscar una solución, los responsables de las antenas que pueblan las inmediaciones del Cabo Fisterra -es decir, la Autoridad Portuaria de A Coruña- han decidido tomar medidas para acabar con una práctica muy extendida en los últimos tiempos entre los peregrinos y que ponía en riesgo su integridad física y la de los equipos allí instalados.

Desde hace unos días, unos paneles metálicos impiden el acceso a la base de dos de las dos estructuras que habían sido convertidas por los visitantes que prolongan el Camino de Santiago hasta la Costa da Morte en mástiles improvisados donde dejar testimonio físico -con ropa, fundamentalmente- de su largo periplo.

Esta práctica, aparentemente inocente, despertó preocupación entre las autoridades porque, además de suponer un peligro para los peregrinos que se colgaban de las antenas para izar sus objetos, podía interferir en el funcionamiento de los equipos e, incluso, provocar daños en caso de temporal por el peso extra que debe soportar la estructura.

Hace unos años, la Autoridad Portuaria ya hizo un primer intento por poner coto a esta costumbre, relativamente reciente y que surgió de forma espontánea, pero los primeros paneles colocados fueron deteriorándose hasta quedar inservibles y los postes volvieron a poblarse de objetos.

Éxito inicial

Las nuevas estructuras colocadas esta misma semana en la torre del radar y el radio faro -que, previamente, habían sido despojados de su peculiar decoración- han evitado por el momento que los peregrinos vuelvan a acceder de lo alto de la estructura y que esta permanezca desnuda, aunque botas, calcetines, camisetas y otros atuendos diversos siguen poblando algunas de las demás estructuras metálicas que se levantan en este emblemático paraje fisterrán.