Un grupo de pescadores localizaron ayer por la tarde el cadáver de un hombre catalán, de 45 años, flotando en aguas próximas al faro de Fisterra. «Eu viña do fóra no barco e vin a meu sogro coa lancha no carreiro da Centoleira, por onde pasamos cando é baixamar e pleamar. Pensei que tiña unha avaría pero ao achegarnos vimos o corpo. Pensamos que podía ser o italiano [Giulio Recusani, desaparecido el 20 de agosto] pero non porque levaba os zapatos e estaba vestido», relató Gelucho Marcote, uno de los marineros que lo localizó.
El alcalde de Fisterra, José Manuel Traba, movilizó a los voluntarios de Protección Civil que acudieron al punto con una zódiac para trasladar el cuerpo hasta las instalaciones portuarias. Los agentes de la Guardia Civil descubrieron que llevaba en el bolsillo las llaves de un vehículo y el monedero.
Un joven de la localidad reconoció al fallecido como Juan Manuel Cerdán Cabello, un catalán de 45 años que le había estado ayudando en la fiesta del Longueirón -de hecho llevaba una camiseta alusiva a esta celebración- y también identificó el vehículo que él mismo le había vendido a un conocido de ambos. Según le explicó a la Guardia Civil es muy posible que implicado cayese al mar porque había acudido a la zona del cabo para recoger percebes de manera furtiva
Cerdán Cabello llevaba alrededor de dos meses residiendo en la localidad a donde llegó como turista. Vivía en una tienda de campaña instalada en la playa Mar de Fóra de Fisterra, justo en el mismo punto en el que desapareció el joven italiano y, según informaron varias personas que tenían contacto con él, salía adelante con lo que iba sacando del mar y de algún trabajo esporádico.