La parroquia más afectada ha sido Berdeogas, aunque las llamas se extendieron por todas
19 ago 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Las débiles lluvias de ayer han traído algo de tranquilidad a los montes de la Costa da Morte, especialmente en las comarcas de Soneira y Fisterra, tras una semana de incendios que han afectado, sobre todo, a los municipios de Vimianzo, Camariñas, Muxía, y Dumbría, aunque ha habido llamas en otros de la zona.
Tanto el Concello de Muxía como el de Camariñas han realizado mediciones en detalle sobre planos geográficos para calcular la superficie quemada en sus principales siniestros. En ambos casos se sitúa en torno a las 100 hectáreas.
El Concello de Dumbría tiene previsto hacerlo en breve. Sin embargo, ayer el alcalde, José Manuel Pequeño, realizó una estimación sobre el terreno, y los cálculos apuntan a que la extensión quemada podría superar la de la plaga de incendios del 2006, también de enormes proporciones, aunque alguna parroquia había logrado librarse. En esta ocasión, ninguna, siempre que se incluya el verano al completo, y no solo los siniestros de los últimos días. De hecho, fue el pasado mes cuando las llamas azotaron la parroquia O Ézaro, una localidad que periódicamente revive este tipo de sucesos. Después, poco a poco, llegaron las demás. Algunas, como Berdeogas, por partida doble y triple. Buxantes, aunque grande en superficie, se había ido librando de las llamas, pero finalmente también sucumbió en uno de los incendios ocurridos el martes (afectó al entorno de Carboal), uno de los peores días. No obstante, ya desde el sábado se habían ido produciendo fuegos en diversos puntos. El domingo, las llamas llegaron a las proximidades del radar de control marítimo y de uno de los parques eólicos. Por la noche hubo que cortar una carretera cerca de Troitín, cerca de la capital municipal. Entre Olveira y Olveiroa ardió en la zona de O Logoso y Hospital. El martes, las llamas acecharon el lugar de Alvarellos, entre otros puntos próximos a Vimianzo, donde los daños también han sido muy cuantiosos, sobre todo en la parroquia de Berdoias, justo en el límite con Dumbría, además de Bamiro.
Esta zona ya sufrió la plaga de agosto en el 2006, muy grave en toda la Costa da Morte, que además de llevarse por delante un vasto patrimonio natural afectó a numerosos bienes públicos, lo que, en esta ocasión, no ha ocurrido. Además, los fuegos se sucedieron durante mucho más tiempo que este año.